Fechas del evento: Del 27 de Julio al 09 de Agosto 2015
Prodartes Perú celebra su decimoquinto aniversario presentando, por primera vez en nuestro país, en un sólo espectáculo, artistas de las mejores compañías circenses de Rusia, entre ellas, el Gran Circo de Moscú y el Circo Estatal de Rusia.
El circo de Rusia y su legado, se mantienen como uno de los más destacados y calificados en el mundo. En esta oportunidad serán 30 artistas quienes presentarán un completo y variado programa de 18 actos: Payasos, magia, malabarismo, acrobacia, trapecio, equilibrio, pértiga, entre otros
Serán dos horas de espectáculo que comprenderán a grandes y pequeños, haciendo gala del clásico e incomparable circo de Rusia.
Duo Ananiev (Payasos) / Festival Mondial du Cirque de Demain – Oro
Duo Kharitonovi (Malabaristas) / Festival Internacional de Circo de Roma – Oro
Trio Markins (Rola Bola) / Festival de Circo de Montecarlo – Bronce
Nikolai Bavanov (Equilibrio en Sillas) / Festival de Circo de Montecarlo – Prix Especial.
En el mundo hay países con una larga y notable tradición circense: Estados Unidos, Alemania, Canadá, China. El caso de los circos rusos es singular. Sus orígenes se remontan a las representaciones de los artistas ambulantes conocidos como skomoroji en el siglo XI. Pero fue un inglés, Charles Hughes, que llevó a su grupo de artistas a la corte de Catalina la Grande, el responsable de popularizar el circo en ese país. Se volvió un espectáculo cultural a la altura del ballet o la ópera. En 1919, los bolcheviques, conscientes de su importancia, nacionalizaron a las dos compañías más importantes: la de Salomonski y la de los hermanos Nikitin. Nació en ese momento la Compañía Estatal de Circo Ruso, que financió con dinero público los salarios de los artistas y la educación de los aprendices. Se establecieron circos en las ciudades más importantes del país y se promovió la exportación de estos espectáculos por todo el mundo. Y aunque, con la caída de la Unión Soviética se temió una crisis, el circo ruso se mantuvo vigente, gracias a su calidad y excelencia.
Liubov Fedchenko es la mánager del Gran Circo Ruso, que ha traído a Lima a la familia Markin y a otros artistas directamente de Moscú. Para ella, lo que hace especial al circo de su país es que es una de las pocas industrias culturales que es subvencionada por el Estado. “Eso pasa solo en países socialistas como China o Corea del Norte”, dice. “En los países capitalistas los circos son de familias o son privados”.
Fedchenko dice que el beneficio de ser financiados por el Estado permite que los espectáculos puedan contar con un número amplio de artistas. Por ejemplo, para hacer La báscula (ese acto clásico de saltos impulsados por un balancín) los circos rusos pueden emplear hasta 14 acróbatas.
“Rusia es uno de los pocos países que tiene su escuela de circo”, dice Fedchenko. “Los otros son China y Corea del Norte. No hay más”.
Escuela de talentos
La escuela de la Compañía Estatal de Circo Ruso entrena niños desde los seis años. Dos de las alumnas más aplicadas están acá. Hace un momento, Liubov Uliánkina estuvo mostrando su destreza en el trapecio. Y ahora, Cristina Ivanova hace lo suyo con las cuerdas aéreas. Ambas se graduaron de la escuela hace solo un mes, así que el espectáculo que presentan en Lima es su debut oficial.
Otro de los platos fuertes es el show de Víctor Savchenko y su troupé de excéntricos acróbatas. Ellos presentarán dos actos; uno de ellos involucra una bicicleta gigante y colorida y el otro un pastel que presumiblemente terminará en la cara de alguien. En el circo ruso no solo los payasos hacen reír.
Pero estos dos payasos harán reír como nadie. Se trata del dúo Ananiev, conformado por Alexander Ananiev y Alexander Briliantov. Son artistas del Gran Circo de Moscú. Hace 15 años, Ananiev vino a Lima con otra compañía y ahora está impresionado de cómo ha cambiado la ciudad. Camina por Miraflores y se siente muy a gusto.
Roman Markin no habla español pero no hace falta entender su idioma para saber que está tenso. Todavía falta ajustar el rola bola. Hace un rato Dimitri subió sobre sus hombros y ejecutó sus maniobras pero en cierto momento se desequilibró y pareció a punto de caer. Su padre, atento, lo sostuvo con las manos. Han ensayado este acto juntos desde que el pequeño tenía seis años pero nunca pueden perder la concentración. Fallar en un ensayo está permitido. Fallar en la función es imperdonable.
Elena Markin (30), en cambio, salta sobre la espalda de su marido con elegancia y gracia. Hasta hace cinco años se dedicaba a la fotografía, pero Roman la convenció de que se sumara a su acto. Desde entonces ha aprendido a desenvolverse sobre el escenario como una artista nata.
Acompaña al trío Markin un muchacho de 25 años, Sergey Artamonov, que pese a su juventud es un experimentado equilibrista, antiguo miembro de los cosacos Lapiado.
Roman parece ahora estar más relajado porque todas las maniobras del rola bola han salido bien. Una de ellas resultaba especialmente difícil: mientras él mantenía el equilibrio sobre el rodillo, su hijo saltaba encima y se paraba de cabeza sobre la cabeza de su padre. Roman dice que solo había un artista ruso que podía repetir este truco pero que, por razones que no explicó, ahora está en prisión. Los Markin son los únicos que pueden hacerlo, asegura. Una nueva dinastía circense está naciendo en Lima.
