Alrededor de 16 niños volvieron a sonreír, es decir tener expresión en el rostro, pues muchos de ellos padecían el Síndrome de Moebius, enfermedad neurológica congénita que les impide desarrollar algún movimiento o expresión facial.
La campaña “Volver a sonreír” se desarrolló gracias al esfuerzo de una delegación de médicos norteamericanos con alta especialización que junto a cirujanos del primer centro pediátrico del país desarrollaron la campaña de salud gratuita.
También se operaron casos de malformaciones de mano (Diagnóstico plexo braquial), enfermedad que les impedía desarrollar sus actividades con normalidad. Los gastos fueron cubiertos por el Seguro Integral de Salud y otros a través de donaciones.
Este tipo de cirugías bordean los 8 mil dólares (Síndrome de Moebius) y 5 mil dólares (Malformaciones de mano), en el extranjero.
La campaña fue dirigida por el Andy Wiegering, jefe del servicio de Cirugía Plástica y Quemados del INSN, con el apoyo del especialista Allen Van Beek, representante de la delegación norteamericana.
