Miercoles, 11 de Diciembre del 2024
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Oscar, el gato psíquico que ha presentido 50 muertes

Publicado el 23/03/15

Generalmente antisocial, Oscar no interactúa con los pacientes del Steere House Nursing and Rehabilitation Centre, al menos que uno de ellos esté cerca de la muerte. Entonces Oscar entra a la habitación del paciente y se sube a la cama y guarda vigilia. Cuando la puerta está cerrada, la rasca hasta que lo dejen entrar. En una ocasión las enfermeras del hospital, ubicado en Providence, Rhode Island, llevaron a Oscar al cuarto de un paciente que pensaban estaba cerca de la muerte, pero el gato al instante salió y se fue a otra habitación a cuidar a otro paciente. La preclara percepción de Oscar probó ser mejor que la de las enfermeras: el primer paciente no murió y el segundo sí.

Según el Dr David Dosa, geriatra de la Universidad de Brown y autor de un nuevo libro sobre el preclaro gato, Oscar lleva 5 años y cerca de 50 muertes sin nunca equivocarse. Aunque según el diario Telegraph, Dosa no ofrece una explicación científica a los poderes de Oscar, quien fuera adoptado de cachorro. En su libro “Oscar: the extraordinary gift of an ordinary cat”, sugiere que el gato posiblemente tiene la capacidad de detectar las cetonas (los bioquímicos de olor distintivo despedidos por las células muriendo), de la misma forma que algunos perros supuestamente pueden oler el cáncer. (Hay que recordar el trabajo del genio de la parabiología, Rupert Sheldrake, con los animales que saben cuándo su dueño va volver a casa).

Ningún otro gato de los 5 que tienen en el hospital ha mostrado una habilidad similar. Lejos de asustar a los familiares de los pacientes moribundos, Oscar ha recibido aclamación, incluso en el diario local.

“La gente en realidad estaba siendo comfortada por la idea de que este animal estaba ahí y pudo estar cuando sus seres queridos eventualmente fallecieron. Él estaba ahí, cuando ellos no lo estaban”, dijo Dosa.

En Pijama Surf aventuramos otra teoría: algunos gatos parecen absorver la energía de un lugar o de una persona, a veces incluso curando problemas emocionales o limpiando un ambiente que ha grabado un campo electromagnético. Si bien es difícil formular una teoría científica de esto, los dueños de estos felinos son testigos de estas habilidades en racimos y por otra parte, ahí donde el pensamiento científico parece no poder ir surge el pensamiento místico, una forma de conocimiento devaluada en nuestro días pero ancestralmente prestigiosa. Quizás Oscar prepara, paliando los bloqueos emocionales, lustrando el cuerpo energético, a los pacientes en su camino hacia su ser multidimensional, a través del Nilo astral, más allá de Anubis: la ciencia esotérica de la muerte, el puente a la eternidad.

En este sentido acudimos al que nos parece el más confiable de los estudiosos de la historia secreta de nuestro planeta, el alto mason Manley P. Hall, quien escribe:

“En Bubastis, Egipto, estaba el templo de la famosa diosa Bast, la deidad gatuna de los Ptolomeos. Los egipcios le rendían homenaje al gato, especialmente cuando su pelaje era de tres colores diferentes o tenía ojos de distinto color. Para los sacerdotes el gato era un símbolo de las fuerzas magnéticas de la naturaleza, y se rodeaban con estos animales debido al fuego astral que emanan de su cuerpo. El gato también simbolizba la eternidad, porque cuando duerme se ovilla en una bola con su cabeza tocando su cola. Entre los griegos y los latinos, el gato estaba consagrado a Diana…”

“En lo relativo al gato, Herodoto dice ‘ Siempre que se inicia un incendio, los gatos se agitan con una especie de moción divina, que aquellos que los tienen observan, descuidando el fuego: los gatos, no obstante, se escapan, saltando incluso sobre la cabeza de sus dueños y se arrojan al fuego. Los egipcios luego hacen gran luto por su muerte. Si un gato muere una muerte natural en una casa, todos los que habitan ahí se rasuran las cejas. Si esto sucede con un perro, se rasuran el cuerpo y el cabello. Solían embalsamar los gatos muertos y llevarlos a Bubasti para ser enterrados en una morada sagrada” (The Secret Teachings of all Ages).

¿Estará Oscar, el gato de tres colores, sirviendo de puente, zanjando el camino, hacia la resurección del dios negro, Osiris?



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