Domingo, 13 de Octubre del 2024
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Adaptación del hombre al desierto peruano se explica en museo de la Universidad Agraria

Publicado el 02/02/15

Lima, feb. 02. El Museo de Antropología y Agricultura Precolombina de la Universidad Nacional Agraria La Molina atesora piezas que explican cómo el ser humano se adaptó a la Costa peruana, desde la llegada del hombre a este territorio.

¿Cómo en un desierto tan árido como el peruano se ha desarrollado la vida humana? Esa fue la principal inquietud del arqueólogo suizo Frederic Engel (1908-2002), quien llegara a nuestro país en la segunda mitad del siglo pasado para investigar sobre este tema.
Como una de las consecuencias de esta motivación, creó hace unas décadas el Museo de Antropología y Agricultura Precolombina de la Universidad Nacional Agraria La Molina.
En una pequeña sala se exhibe una serie de piezas recolectadas por el estudioso durante sus trabajos en la Costa peruana. 
El interés principal del investigador Engel, según cuenta al Diario Oficial El Peruano Gloria Villarreal, directora del museo, era el período que hoy se conoce como precerámico. Sin embargo, su trabajo abarcó más etapas.
El museo
Aquí encontramos, por ejemplo, en una vitrina sellada al vacío los restos de cuatro individuos con varios miles de años. Lo interesante es que pertenecen a recolectores y cazadores en buen estado de conservación.
Se aprecia cómo ya desde época tan temprana los seres humanos cumplen rituales con sus muertos. Incluso se aprecian ofrendas. Asimismo, destaca la vestimenta y otros implementos que se han conservado con el paso de los años.
También, perteneciente a este período, es llamativa la colección de puntas de flechas y otros objetos afilados de piedra. Las puntas son de diverso tamaño, de acuerdo con el tipo de animal al que se fuera a cazar.
Todos estos elementos sirvieron para que el ser humano se adaptara a las condiciones que le presentaba el medioambiente.
Raíz musical
La vida del hombre no es solo alimentación. Siendo el interés de Engel el período precerámico, investigó en varios sitios de esta época. Por ejemplo, Caral, en el valle de Supe; y al norte de la capital, que en esa época se conocía como Chupacigarro o Paraíso, en el distrito de San Martín de Porres.
En uno de estos emplazamientos se halló una quena que sería, según aseguran en el museo, la más antigua de la que se tenga noticias hasta el momento.
Pero también hay otros objetos que dan cuenta de esa faceta musical. Además de otras quenas e instrumentos de viento de distintas épocas, se exhiben tambores de cerámica a los que solo les faltas el cuero. Vistosos son los de la cultura Lima, con una iconografía en la que se aprecian dos serpientes que se cruzan.
Otra curiosidad son los restos de una embarcación de la cultura Chincha. Como se recuerda, esa sociedad fue muy famosa por el talento de sus navegantes y por ser grandes comerciantes.
A pesar de haber sido mencionados innumerables veces en las crónicas de los conquistadores, no se han conservado por la naturaleza de su material muchas evidencias de sus barcos. También hallamos aquí redes, anzuelos y otros instrumentos de pesca, pertenecientes a distintas culturas y períodos.
Asimismo, se muestran batanes y otros elementos que servían para preparar los alimentos. “Lo de cocineros no nos viene de la nada”, señala Villarreal.
“Estos instrumentos surgieron cuando los habitantes de este territorio dejaron la eventual caza y recolección por la horticultura, y persisten hasta hoy.” Un ejemplo de cómo una visita a un museo puede ayudarnos a comprender nuestra actualidad.
Prehistoria cercana
Una revisión de las piezas que posee el Museo de Antropología y Agricultura Precolombina de la Universidad Nacional Agraria revela los varios sitios arqueológicos previos a la agricultura que se encuentran cerca de Lima.
Por ejemplo, Tres Ventanas, en las alturas de la quebrada de Chilca, en la provincia de Huarochirí, en donde se han encontrado restos de diversos vertebrados del Pleistoceno, pero también de hombres recolectores. Uno de los entierros mejor conservados que exhibe el museo pertenece a esta zona.
Dato
Piezas del museo de La Molina viajarán próximamente a Japón como parte de una muestra internacional sobre textiles.
50,000 piezas arqueológicas prehispánicas de hasta 10,000 años de antigüedad posee el museo.


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