La banda mexicana Café Tacuba confirmó, una vez más, su gran arraigo popular en el Perú, en un vibrante concierto realizado anoche en el Parque de la Exposición, ante aproximadamente tres mil seguidores que corearon y bailaron cada una de las canciones del cuarteto.
Fue una noche muy singular, pues esta gira, que culminó en Lima, se realizó por dos motivos muy especiales: el primero por las bodas de plata del grupo y el segundo la conmemoración de los 20 años del lanzamiento de su más celebrada placa, “Re”.
La velada tuvo como set list principal todas las canciones del afamado disco, tocadas en estricto orden. Así, la noche se inició con “El aparato”. Meme Del Real, los hermanos Rangel (Quique y Joselo) y Rubén Albarrán aparecieron entre penumbras, sin muchos aspavientos, acompañados por una ovación que no cesaría por toda la noche.
El carisma de Albarrán, vocalista del grupo, era contagiosa. La empatía con su público más que evidente. Como siempre, el cantante aprovechó pausas entre las canciones para dar ciertos mensajes relacionados con la conservación del planeta, la armonía entre las personas y, para variar, tintes políticos sobre América Latina.
Pero la noche estaba lista para la fiesta y así fue. “La Ingrata”, quizás su canción más trillada, inició el alboroto. Luego vinieron otros temas como “El ciclón”, “El borrego”, “Esa noche” y “24 horas”. La conexión era total.
“Ixtepec”, “Trópico de Cáncer”, “El Metro”, siguieron en la lista. Así llegó el turno de “Las Flores”, otro clásico del grupo, para después tocar “La pinta” y luego dar paso al coro más emblemático de Café Tacuba, que iniciaba los acordes de la magistral “El baile y el salón”.
“El puñal y el corazón” y “El balcón” cerraron el merecidísimo homenaje al “Re” y, como no podía ser de otra manera, Albarrán y secuaces retornaron al escenario para interpretar éxitos de sus otros discos.
Así sonaron “Como te quiero”, “Eres”, “Olita de Altamar”, “Cero y Uno”, “Las batallas”, “Rarotonga”, entre otros. “La chica banda” fue el punto de ebullición. El alegre y frenético ritmo de la canción hizo que muchos jóvenes literalmente invadieran el escenario para bailar y saltar, confundiéndose entre abrazos, risas y algarabía con los integrantes de la agrupación. Fue el fin de fiesta total.
La gala continuó con otros temas como “Mediodía” y “Chilanga banda”, para cerrar la noche con “Déjate caer”. Fue un concierto memorable, como los que ya nos tiene acostumbrado Café Tacuba. En el plano musical, 2014 no pudo tener un mejor broche de oro, o mejor dicho, en esta ocasión, un “broche de plata”. Felices 25 años Cafeta, y que vengan 25 años más.
