Los países integrados por Latinoamérica, son los mayores productores de commodities del mundo. Cultivadas a gran escala y con un grado mínimo de industrialización, estos bienes son negociados globalmente en bolsas de valores y están susceptibles a las oscilaciones del mercado. La forma de negociación beneficia el comercio de las commodities, pero, por otro lado, lo torna dependiente de los precios establecidos internacionalmente.
Esta estandarización y el aumento del costo de producción hacen que las empresas agrícolas busquen elevar la eficiencia y la racionalización de los costos constantemente, para garantizar una larga producción y aumento en el margen de lucro.
Las soluciones especializadas e integradas ayudan a los grandes productores en este desafío, principalmente en el caso de los grandes conglomerados agrícolas.
El acompañamiento de lo que ocurre en el campo pasa a ser factor decisivo para la eficiencia de las operaciones agrícolas, y refuerza la importancia de herramientas que simplifican la localización física de la propiedad, como el Sistema de Información Geográfica (SIG). La herramienta gana relevancia por posibilitar un acompañamiento intensivo de los detalles de producción, y la visualización espacial de temas, hasta entonces analizados por gestores y empresas agrícolas en informes y planillas.
De esta forma, la solución permite el análisis de las informaciones recogidas en cada uno de las parcelas – divisiones de una propiedad rural. Estas áreas son identificadas por coordenadas GPS (latitud y longitud) que facilitan la rápida localización de la parcela.
Además de las anotaciones, de los puntos georreferenciados, observadas en el desplazamiento del equipo en las áreas de la empresa, el SIG también exhibe imágenes de satélites de diferentes fuentes y resoluciones espaciales y temporales, informaciones de la propia base cartográfica con layers (ríos, arroyos, manantiales, red de carreteras, canales de vinaza, áreas de preservación permanente, redes de energía eléctrica, los perímetros urbanos), del banco de datos de la empresa (tipos de suelos, ambientes de producción, variedades, etc.) y hasta inclusive de los productos utilizados en cada campo.
Con la solución aún es posible identificar la categoría y el tipo de corte de la plantación (mecanizado o manual); las fechas y el último corte; la categoría de la plantación (mecanizado, semi mecanizado o manual); estimativas de producción; productividad de la cosecha anterior y vigente; resultados de análisis pre-colecta; incidencia de plagas y observaciones agronómicas, como heladas y lluvias con granizo.
Las funcionalidades gráficas de la herramienta vuelven la visualización de todos estos datos, sea por un tema específico o por campo, más simple. Asimismo, las informaciones pueden ser adicionadas, por camadas y por orden de prioridad, simplificando el monitoreo de todas las actividades y operaciones agrícolas, la logística de transporte colectivo de colaboradores, los vehículos de apoyo y administración, pivotes de riego y demás procesos y actividades relevantes en cada empresa agrícola.
La percepción de estas informaciones de forma separada o agregada, ayuda al productor a controlar la aplicación de fertilizantes y defensivos además de establecer planeamiento y control más calculado de los costos de producción y del margen de lucro de cada campo. Con un banco de datos de por lo menos tres años, la empresa consigue identificar los campos más productivos, las épocas con menos lluvia y el día ideal de plantación.
El Sistema de Información Geográfica puede ser más aprovechado cuando se integra con tecnologías de telecomunicaciones y con la utilización de dispositivos móviles en campo. Esta unión eleva la eficiencia de la gestión geográfica de la propiedad al posibilitar la actualización de los datos en tiempo real y consultas temáticas en el banco de datos de forma ágil y simple.
La tecnología en el campo viene ayudando a los países Latinoamericanos a dar un salto de calidad fundamental para mantenerse entre los líderes de ese mercado. El SIG colabora con este movimiento. Datos confiables reducen errores y vuelven a las decisiones en el campo cada vez más asertivas.