Jueves, 25 de Abril del 2024 
El goleador uruguayo del Liverpool se puso como meta ser un jugador famoso para que un club se lo llevara al viejo continente y pudiera estar más cerca de la que fue su novia a los 16 años y que lo ayudó a centrarse en el colegio y el fútbol.
A los 15 años el goleador uruguayo Luis Suárez, que marcó un doblete contra Inglaterra en el Mundial de Fútbol, estaba destrozado.
Su papá se fue de la casa, dejando a su madre con seis hijos y para ayudar, combinaba sus entrenamientos en las ligas menores de Nacional de Uruguay, con “pololitos” como barrer calles y cuidar autos. Deprimido, incluso estaba cayendo en el alcohol, hasta que en 2002 conoció a una niña rubia de 13 años, sonrisa tierna y que tras una larga historia movida por goles, se convertiría en su esposa.
Se trataba de Sofía Balbi, una niña que no pasaba por apuros económicos y a la que conoció “en el momento justo, porque ella no es la que me guió el camino, sino la que me ayudó a corregirme, a darme cuenta quiénes eran mis amigos y quiénes no”, contó él después. Además, ella lo enrieló hacia los estudios: “Ponete las pilas, no dejes el liceo”, le decía. En casa de ella, lo recibieron con los brazos abiertos, especialmente a la hora de la cena. Pero ese pololeo adolescente sufrió un duro golpe en octubre de 2003, cuando por la crisis económica, la familia de ella decidió mudarse a Barcelona. El tenía 16 años y ella 14.
Suárez quedó en el suelo. Incluso dejó el fútbol, hasta que por internet comenzaron a salvar la relación y él le hizo una promesa. Le dijo que un día sería un gran futbolista, que iría a jugar a Europa y que entonces se casarían y tendrían hijos. Y que incluso, la plata ya no sería un problema en su vida.
No fueron solo palabras. Desde entonces, Suárez trabajó por ser un jugador de talla internacional, pues tenía un solo objetivo: Sofía.
Así fue que pasó al primer equipo de Nacional y en su primera temporada marcó 12 goles en 34 partidos. Le estaba empezando a ir bien y le pidió ayuda a los dirigentes del club para viajar a ver a Sofía, lo que hizo, hasta que a los 19 años se lo llevaron a Europa, aunque a Holanda. Tras ir y venir a Barcelona, Suárez le pidió permiso a los padres de Sofía para que ella se fuera a vivir con él.
“Ella, aunque la gente no lo pueda creer, con 16 años y yo con 19 recién cumplidos se fue a vivir conmigo a Holanda, a un país que no conocíamos. Hicimos muchas cosas y hoy en día las estamos valorando muchísimo, las disfrutamos y tenemos la familia que siempre quisimos tener”, recuerda ahora. Y con ella al lado, volvió a centrarse. Hizo 15 goles en 37 partidos y fue fichado por el Ajax. Cada vez que hacía un gol, iba con dedicatoria: Sofía.
En 2009, se casaron y en 2010 nació su primera hija.
La felicidad se notó en la cancha, pues en la temporda 2009.2010, hizo 49 goles en 48 partidos. En 2011, se sumó al Liverpool y en 2013 nació su segundo hijo, Benjamín.
El entrenador del Liverpool, Brendan Rodgers, tiene clara la estabilidad que le da Sofía al jugador: “Ella es un verdadero pilar en su vida. Han estado juntos por mucho tiempo. Luis viajó por todo el mundo para encontrarla de nuevo. Es una historia increíble”.
Hoy, su suegro dio a entender que se viene otro buen cambio en la vida de Luis. Gustavo Balbi dijo en el diario Mirror, que Suárez cumplió un ciclo en Liverpool y que lo más probable es que llegue al Real Madrid o al Barcelona. Tal vez una movida para volver a tener a su hija cerca de casa.
