Sábado, 7 de Septiembre del 2024
Nuestros hijos han iniciado un nuevo año escolar, el recreo se convierte en un espacio no solo para jugar sino también para consumir alimentos que los sustenten durante sus clases. En este contexto, la mayoría de kioscos ubicados en los colegios muestran una gran oferta de dulces y bebidas gaseosas altamente dañinas para la salud bucal de millones de escolares, que generan placa bacteriana o biofilm, sustancia compuesta por saliva, restos alimenticios y bacterias de la flora bucal; esta placa bacteriana genera un ácido que descalcifica la estructura dentaria (produciendo caries) e inflama las encías (enfermedad periodontal).
A mayor tiempo de permanencia de la placa bacteriana en la boca, mayor será el daño producido. Recuerde que un escolar permanece aproximadamente siete horas en el colegio y en la mayoría de los casos, los estudiantes no se cepillan los dientes.
Para el doctor Carlos Gálvez Ramírez, Magister en Estomatología, docente de la Universidad Norbert Wiener muchos de los alimentos que se ofrecen en los kioscos escolares, contienen una excesiva cantidad de azúcares refinados que afectan la salud dental; sin dejar de mencionar que no aportan valor nutricional, sino solo calorías.
“Se sabe que en el Perú se consumen alrededor de 1,500 millones de paquetes individuales de galletas al año, y que el consumo per cápita (por persona) anual es de casi 3 kilos por año. Si a esto le agregamos que un gran porcentaje corresponde a las llamadas galletas con rellenos o agregados, que se quedan atrapados entre los dientes, y que al descomponerse en ácidos producen más daño, se estaría aumentando significativamente el potencial cariogénico entre los pequeños consumidores”, sostiene el referido docente.
Por otro lado, los refrescos y bebidas energéticas, cuyo consumo está muy de moda en los adultos, también impactan en los niños, ya que aún sin ejercicio de por medio son consumidos con gran avidez; a pesar de presentar un nivel de acidez (ph) suficiente como para descomponer la cascara de un huevo en el transcurso de pocas horas, además contienen una gran cantidad de azúcar. Algunos estudios señalan que en una botella de 600 mililitros (vaso y medio) de Coca Cola existe una cantidad de azúcar equivalente a 12 cucharadas, sin contar con la presencia del dióxido de carbono que contienen las bebidas gasificadas que favorece la proliferación de bacterias, muchas veces promotoras de la amigdalitis, faringitis y otras afecciones de las vías respiratorias altas.
El consumo de snacks como papas fritas, chizitos y otros de la misma línea, proporcionan un complemento perfecto para la alimentación de las bacterias que forman la placa dental, pues se quedan y acumulan fácilmente en los dientes. Si a esto agregamos el consumo de caramelos, chicles, etc. con inadecuados hábitos de higiene bucal, los efectos de la agresión a la cual se someten los dientes de millones de escolares se seguirán incrementando, precisa el Dr. Carlos Gálvez Ramírez.
Un estudio de investigación realizado por la Universidad Norbert Wiener, documenta que los sistemas convencionales para diagnóstico epidemiológico de caries dental dejan de registrar alrededor del 50% de las lesiones de caries dental en una población infantil; lo que implica que los altos valores de caries señalados por las cifras oficiales no representan la realidad de la situación, ni permiten resaltar la importancia de la atención odontológica en etapas iniciales. La mayoría de personas y en algunos casos, hasta los mismos profesionales no valoran la presencia de enfermedades bucales sino hasta que se aprecian las lesiones de manera evidente, las encías sangrantes, los dientes con cavidades, con fuertes pigmentaciones o peor aún con dolor. Pero se sabe, que los primeros estadios de la caries dental se manifiestan con la desmineralización de la superficie del esmalte; la cual se aprecia como una “mancha blanca” opaca, preferentemente en la zona de los cuellos de los dientes.
Es necesario recordar que para que este proceso ocurra es necesario tener exposición a los agentes (dieta cariogénica) por el lapso de algunas horas. Sin embargo este proceso puede revertirse tomando las medidas correctivas de higiene bucal (cepillado y uso de hilo dental) y evitando el consumo de alimentos no saludables (caramelos, galletas con relleno, bebidas gaseosas y otros con alto contenido de glucosa), debiendo ser reemplazados por alimentos saludables (frutas, refrescos naturales, verduras y otros que brindan un beneficio integral al organismo).
Por todo lo anteriormente expuesto, se hace necesario informar a la población de los riesgos potenciales de una dieta no saludable, visitar al Cirujano Dentista cada 6 meses para realizarse una evaluación, promover la salud bucal y prevenir las enfermedades bucales, de tal forma, que todos nuestros niños logren tener una sonrisa saludable, señala el Dr. Gálvez.
