Jueves, 18 de Abril del 2024 
Dublín, oct. 04 . Los irlandeses deben decidir hoy si suprimen el Senado del país, con apenas poderes y que le cuesta a las arcas del Estado unos 20 millones de euros al año, según el primer ministro, Enda Kenny, citado por la agencia Europa Press.
De acuerdo al reporte, el referéndum que definirá la continuidad de la Cámara Alta se encuentra enmarcado en los ajustes que está realizando el país, rescatado por la Unión Europa y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los sondeos dan prácticamente por segura la abolición del Senado. Según la última encuesta publicada por Irish Times, el 62 por ciento de los irlandeses -si se descuenta a los indecisos- está a favor de suprimir el Senado del país, mientras que el 38 por ciento está en contra.
No obstante, el respaldo a la medida ha ido en retroceso desde febrero, cuando era del 74 por ciento.
Desde el Fine Gael, el partido de Kenny, así como el Partido Laborista, su socio de coalición, han tratado de movilizar a sus votantes y les han instado a evitar la complacencia y dar por seguro la victoria.
Enda Kenny aseguró que el Senado “cuesta 20 millones de euros al año el gestionarlo. No es democrático. Es minoritariamente representativo. No es posible reformar este órgano”.
Agregó que el Dáil (Cámara Baja) es la cámara en la que, en virtud de la Constitución, el Gobierno debe rendir cuentas.
“No puede haber nada más democrático que pedir a los ciudadanos este cambio. El sistema político ha fallado desde hace 70 años bajo todos los gobiernos, incluido el mío, en afrontar este asunto”, afirmó Kenny, para quien “hace falta una respuesta directa, sí o no”.
En la actualidad, 11 de los 60 senadores que integran el Seanad son designados por el ‘taoiseach’ (primer ministro), mientras que seis son elegidos por los graduados en dos universidades irlandesas y los 43 restantes son elegidos principalmente por los consejeros locales.
Los irlandeses también deben pronunciarse hoy sobre la creación de un nuevo Tribunal de Apelaciones en el país, medida que cuenta con el respaldo de los principales partidos y, según los sondeos, también de la mayoría de los ciudadanos.
