Las imágenes fueron captadas por las cámaras de seguridad de un restaurante en Colorado, Estados Unidos.
El oso llegó silenciosamente al lugar y olfateó los contenedores, para luego colocarse en dos patas y ayudado por las ruedas del deposito, fue arrastrándolo poco a poco hasta sacarlo del lugar. Luego, no conforme, vuelve y arrastra un segundo hasta desaparecer de la escena.