Ciudad del Vaticano, mar. 04. Las congregaciones generales del Colegio Cardenalicio se iniciaron hoy en el Vaticano, con la finalidad de preparar el cónclave para la elección del Papa que reemplazará a Benedicto XVI, quien dejó vacante el máximo cargo de la Iglesia Católica el 28 de febrero.
Estas reuniones se realizaron en la sala del SÃnodo del Aula Pablo VI del Vaticano, se realizan durante el llamado proceso “Sede Vacante”, que indica el intervalo de tiempo entre el final del gobierno de la Iglesia por un Papa y la elección de su sucesor.
“Es un perÃodo especial que la Iglesia vive en la espera, que el cónclave elija un nuevo Papa. Mientras tanto el gobierno de la Iglesia se encomienda al Colegio de Cardenales que siguen las disposiciones de la Constitución Apostólica ‘Universi Dominici Gregis'”, refiere Radio Vaticana.
En el cargo permanecen algunas figuras clave como el Camarlengo, el penitenciario mayor, el cardenal vicario general para la diócesis de Roma, el Cardenal Arcipreste de la BasÃlica de San Pedro y el vicario general para la Ciudad del Vaticano.
Mantienen la dirección de sus oficinas el Sustituto de la SecretarÃa de Estado, el Secretario para las Relaciones con los Estados, los secretarios de los dicasterios de la Curia Romana, asà como todos nuncios apostólicos.
Después de la notificación del decano del Colegio de Cardenales, todos los cardenales venidos a Roma están llamados a presidir las Congregaciones o reuniones de cardenales previas al Cónclave.
En su más reciente Motu Proprio (Normas nonnullas) Benedicto XVI concedió al Colegio de Cardenales, la capacidad de anticipar el inicio del cónclave.
Después de tres dÃas sin resultado (es decir después de 12 o 13 escrutinios, en el caso que se vote el primer dÃa), las votaciones serán suspendidas durante un dÃa de reflexión y oración, y luego se procederá de nuevo a siete escrutinios más.
Después del 33 escrutinio se procederá a la elección entre los dos cardenales más votados. La elección del nuevo Papa tiene que contar con una mayorÃa cualificada de al menos dos tercios de los votos de los cardenales “presentes y votantes”.