Jueves, 25 de Abril del 2024 
La boda entre un niño de ocho años y una mujer de 61 años en Sudáfrica formó parte de un rito según el cual el pequeño tenía que casarse con una mujer a la que amase para apaciguar el espíritu de sus ancestros.
Según el diario británico Daily Mail, la madre del niño explicó que Sanele Masilela, el niño recién casado, lleva el nombre de su abuelo y que éste no tuvo en vida una boda por lo que se habría comunicado con el niño para pedirle que se casase y de esa forma evitar que “a la familia le ocurra algo malo”.
La familia de Sanele Masilela pagó por esta boda con Helen Shabangu, de 61 años, unas 1.500 libras, de las cuales 500 corresponden a la mujer. Helen ya está casada y es madre de cinco hijos y Sanele la eligió para llevar a cabo este rito apaciguador de ancestros “porque la ama”.
A la ceremonia, que se celebró en la localidad de Tshwane, en Sudáfrica, acudieron unos 100 invitados y durante la misma Sanele y Helen intercambiaron loas anillos y se dieron un beso para sellar la unión. Fue un evento algo polémico en dicha comunidad, si bien la familia de Sanele aclaró que era un ritual para apaciguar el espíritu de los antepasados de la familia y que no era vinculante legalmente. De hecho, el pequeño llegó a declarar que su intención era ahora estudiar mucho para poder casarse con una mujer de su edad cuando fuera mayor.
