La mayoría de los colegios reabrieron el martes en Newtown tras la matanza el viernes pasado en este pueblo de Connecticut.
Tras el tiroteo ocurrido la semana pasada, todos los centros educativos de esta pequeña ciudad del noreste de Estados Unidos cerraron sus puertas por precaución mientras se investiga el tiroteo.
Cuatro días después de que el joven de 20 años Adam Lanza irrumpiera en la escuela elemental de Sandy Hook y asesinara a 20 niños de entre 6 y 7 años de edad, así como a 6 adultos, antes de suicidarse, el edificio continúa cerrado.
Lanza había matado a tiros, previamente, a su propia madre.
Según explicó el jefe de la policía estatal de Connecticut, Paul Vance, la investigación sobre la escena del crimen aún está en curso y podría durar meses. No se descarta la posibilidad de que la escuela no vuelva a abrir nunca.
El gran enigma que las investigaciones aún no han despejado es el móvil que pudo llevar al joven Lanza, quien no dejó notas ni cartas previas, a asesinar a su madre en su propia casa y después irrumpir a balazos en una escuela elemental con la que al parecer no tenía ninguna relación.