Anna Mackowiak le dio una potente dosis de anestesia a Marek Olszewski cuando acudió a su consultorio. “Lo vi en la silla y pensé: ¡qué desgraciado!”, declaró la dentista.
“Traté de ser profesional y alejarme de mis emociones, pero cuando lo vi, pensé, ¡menudo cabrón!”, asegura Anna. La dentista despechada durmió a Marek, le extrajo de la boca todos los dientes y lo vendó. Cuando Marek despertó le dijo que habían surgido complicaciones y que tenía que ser visto por un especialista.
El infortunado Marek se sintió raro. “Sabía que algo andaba mal, porque cuando me desperté, no podía sentir los dientes y tenía la mandíbula atada con vendas”, recuerda.
“Yo no tenía ninguna razón para dudar de ella, quiero decir, pensaba que era una profesional. Pero cuando llegué a casa me miré en el espejo y no podía creerlo, ella había vaciado mi boca”, relató acongojado.
“Mi nueva novia me ha dejado, dice que no puede estar con un hombre sin dientes”, afirmó Olszewski.
Mackowiak está siendo investigada por negligencia médica y abuso de confianza de un paciente. Su venganza podría costarle tres años de cárcel.