“Vengo a campeonar con Cristal” se escuchó desde la Florida con el corazón celeste de su flamante entrenador, Roberto Mosquera, quien vuelve al Rímac para hacer historia, esta vez como DT y devolverle la identidad futbolística, según sus propias palabras, al club que lo vio nacer. Nos habló claro y bonito en la conferencia de prensa, dice, que llega en el mejor momento de su carrera profesional.
-¿Qué es Cristal? ¿Cuánto significa en lo personal?
“Es el club de mis amores. Una institución que no tiene deuda moral con nadie. Y todo empieza con la enseñanza de don Ricardo y Doña Esther Bentin. Les dieron la mística al club dentro y fuera de las canchas.”
-¿Por qué crees que fuiste el elegido?
“Siento porque soy de casa y sobremanera porque creo interpretar lo que quiere la directiva, de un fútbol bien jugado, con pelota al piso. Y eso es lo que me enseñaron aquí.”
-El club en estos últimos campeonatos no logró protagonismo.
“Esto para asumir el pasado, presente y futuro del equipo. Nadie le va a negar calidad de trabajo al profesor Rivera, a Juan Reynoso, no se dieron las cosas, hubo otras circunstancias adversas, pero ya pasó. No voy a hablar más de ellos y listo. Es tiempo de corregir.”
-¿Cuánto amas al fútbol y qué te está dando?
“Me hago camino al andar. El fútbol es pasión y preparación. Cuando salí al exterior tuve que dejar familia, a mi hija Fabianita. El orgullo de ser apreciado en el exterior y defender la sagrada bicolor. Mi formación futbolística, pasa antes por mis 5 años estudiando Administración de empresas en la Universidad Villarreal.”
-Muchos te ven muy disciplinado.
“Eso viene de familia. Así, vas adquiriendo madurez en tus metas. Es muy importante estudiar, a mi costo 4 años para transitar en el fútbol. Así logras la seguridad en la metodología de tu trabajo. Me enseñaron a respetar la pelota, tenerla lo suficiente en los pies. Y eso vamos hacer en Cristal, no hay nada que inventar. Dicen que soy muy “floro”, dicen que soy un “zambito” con terno y que habla como blanco, lo cierto es que sé lo que hablo.”
-¿Qué sentiste cuando te confirmaron la designación?
“Que se había cumplido una meta, mucha alegría y de responsabilidad. Pasó por mi mente los tiempos que jugué con los grandes referentes del equipo. Que los objetivos se van a dar porque es una suma de voluntades. Mira aquí en la Florida, están las mejores canchas, las mejores pelotas, hay piscina, se respetan los pagos, buen trato a la persona-jugador. Entonces no hay excusa para nada. Estoy contento por todo.”.
-Se comenta que fuiste el gran elegido.
“Eso es tema de la directiva en pleno. Pero para el “morbo”, les digo que me acabo de reunir con mi amigo Julio César Uribe, está contento haber llegado a nuestro club. Algún día le tocará a él, creo dentro de diez años, ja, ja, ja. Yo lo aprecio mucho.”
Si pues. Se siente el cariño de Roberto Mosquera con sus ex-compañeros de grandes jornadas y de los referentes, como el Chorri Palacios, a quién lo van a apoyar para que estudie y dirija a la celeste.
-¿Cuál es el mensaje a la barra del Cristal?
“Ninguna. Tampoco pedirle nada. Yo soy el que tengo que dar, alegrías con buenos resultados y lindos partidos. Claro que los respeto y me ganaré el afecto con títulos.”
-Finalmente, Roberto, ¿cuánto de gratitud hay para tu familia?
“Todo. Somos una familia de futbol, como mi tío el gran “Vides Mosquera”, estoy cosechando la herencia, el talento genético, como no voy a estar agradecido. Así es el fútbol.”
Roberto Mosquera, luego de mostrarse en el mediocampo a veces delantero, en Talleres de Córdova, en el fútbol colombiano, ecuatoriano y hasta campeón con San Agustin, vuelve hacer noticia por sus virtudes. No es novedad verlo con el buzo, ya lo hizo con Unión Huaral, el querido Municipal y recién en el Sport Huancayo.
Es cierto.”El mago” Sergio Markarián le tiene un aprecio especial, luego de ser su asistente con los “rimences campeones” y la histórica Sub-Copa Libertadores 97.Por algo será.
Por Marcos Mendoza