Viernes, 19 de Abril del 2024 
El museo más prestigioso de Francia albergará obras de varios condenados a penas de prisión extensas.
El Museo del Louvre sorprende con una muestra histórica: sus paredes serán decoradas con obras de presos condenados a varios años de aislamiento.
La iniciativa de exponer a los delincuentes al arte fue del propio museo, que colocó el pasado enero un centenar de reproducciones de muy alta definición en la prisión de Poissy (Yvelines, en la periferia de París).
Las personas que cumplían sus condenas en la cárcel pudieron disfrutar de los cuadros durante varias semanas: Mantegna, Géricault, Caravaggio y muchos otros incentivaron a los detenidos. La ayuda final la ofreció Henry Loyrette, director del museo parisino, que invitó a los prisioneros a que se animen a contar sus experiencias artísticas íntimas.
Fue así que diez meses más tarde, las obras de los grandes de la pintura fueron copiadas y hasta tomadas como inspiración para trabajos propios.
Algunos de los prisioneros consiguieron permiso para asistir a la muestra en el Louvre. La dirección del Louvre intenta con esta propuesta descentralizarse y conseguir que los condenados obtengan la libertad que contiene el arte. Esperan, también, que esta la iniciativa se contagie a otras cárceles de Francia.
