LIMA – El 11 de setiembre el mundo recordará el X aniversario del ataque de Al Qaeda sobre Nueva York que produjo la carnicería de 3,000 inocentes y que provocó luego la matanza de cientos de miles de civiles en una ola de guerras sobre varios países musulmanes. Sin embargo, este domingo hay otras fechas notables que también se conmemoran.
En el 2007, en la misma fecha en que se recordaban los 6 años de la madre de los peores ataques terrorista que haya tenido EE.UU. en su historia, Rusia le hizo ver a su antiguo rival de la guerra fría que aún seguía siendo una potencia militar cuando entonces detonó la mayor bomba no nuclear de todos los tiempos.
Esta terrible “termobárica” es un arma más letal que la “madre de las bombas” de EE.UU. Explota sobre el aire creando un calor y sonido tan fuertes que son capaces de arrasar búnkeres y matar tanto como una “pequeña” arma atómica, aunque sin generar gran radiación.
Un tercio de siglo antes que Moscú explotase dicha megabomba, Washington organizó el golpe que el 11 de setiembre de 1973 depuso al gobierno constitucional suramericano que más se les acercó: el de Chile. Entonces, la CIA fomentó el bombardeo del palacio presidencial en Santiago y el derrocamiento y la muerte de Allende. Sintomáticamente ese mismo día en el 2011 otros aviones destruirían las principales torres de la mayor urbe de la potencia que patrocinó decenas de golpes e intervenciones en la América septentrional.
El 11 de setiembre también se celebra otra invasión a Latinoamérica, la que sufrió Honduras en 1919. Las tropas norteamericanas llegaron a ese país para proteger a sus empresas agroexportadoras que dominaban a sueconomía y para conjurar una guerra civil.
Por una extraña ironía de la historia, en ese momento gobernaba a dicha república centroamericana Salvador Aguirre, tocayo de Salvador Allende quien entonces tenía 11 años de edad. Aguirre recibió la banda presidencial durante la semana del 9 al 16 de setiembre de 1919 del renunciante presidente electo Francisco Bertrán Barahoma, y tras ser substituido brevemente por otros 2 mandatarios afines, el gobierno pasaría en 1920 al general Rafael López, quien, como jefe de las FF.AA., ganó las elecciones supervisadas por éstas y por las tropas de EE.UU.
Otra paradoja es que durante la ocupación norteamericana el poder pasó del Partido Nacional (de Bertrán) al Liberal (de López), exactamente lo inversoa lo que ocurrió en el 2009 cuando el Pentágono permitió que su base hondureña sirviese para ayudar a que el liberal Zelaya fuera depuesto abriendo el paso a que hoy el nacionalista Lobo esté en palacio.El 11 de setiembre es también otra fecha importante en Honduras y en la larga historia de presencia de soldados norteamericanos en Centroamérica.
Ese día en 1860 fue el último que vivió plenamente John Walker, el aventurero estadounidense que previamente llegó a controlar antes Baja California, Sonora y Nicaragua, antes de ser fusilado en el alba siguiente en la ciudad hondureña de Trujillo.