Jueves, 25 de Abril del 2024
turismo



“Suramérica nuclear”

Publicado el 13/07/11

LIMA – Argentina lanzó el 11 de julio en La Rioja su cohete Gradicom II que llega hasta los 100 kilómetros de altura y pronto revelará al Gradicom III, que cuadriplicará dicha distancia.

Ésta sería la respuesta argentina al creciente armamentismo del Brasil que ha suscrito un millonario contrato militar con Francia buscando adquirir dos submarinos nucleares.

En la víspera del despegue de ese misil participé en la London School of Economics en un seminario donde se reunieron expertos sobre Brasil de todo el mundo y se discutió la carrera armamentista de dicho gigante y sus efectos en Argentina y la región. Allí platiqué con Matías Spektor, director del centro de relaciones internacionales de la fundación Vargas de Río, quien va a publicar un libro sobre la energía atómica brasileña.

Según él, Brasil ya ha erigido su tercera planta nuclear y plantea hacer 5 más en tanto que su capacidad de enriquecimiento de uranio llega hoy al 20%. Él cita a José Alencar (el empresario y vicepresidente de Lula en el 2003-10 quien murió el pasado 29 de marzo) quien postulaba poseer un arma nuclear para poder sentarse en la mesa de los grandes.

Japón y Alemania no las tienen debido al veto internacional sobre los derrotados en la II Guerra Mundial, pero su tecnología atómica les permitiría confeccionar éstas en 6 meses. Todos los 5 miembros permanentes del Consejo de Seguridad (EE.UU., Rusia, China, Francia y Reino Unido) la tienen además de Israel, Pakistán, India y Corea del Norte.

Spektor mencionaba la frustración que causó la visita de Obama al Brasil donde él no dijo que apoyaría el ingreso de ese país al Consejo de Seguridad, mientras que a India le aseguró que sí cuando fue a visitarle y ratificó un acuerdo nuclear. Muchos líderes brasileños raciocinan que se requiere tener un arsenal nuclear para negociar mejor con EE.UU. (como India) y que todos aquellos países que fueron presionados para rendir sus armas más letales (como Iraq o Libia) fueron retribuidos con invasiones.

En el seminario Kenneth Maxwell, uno de los principales historiadores expertos en Brasil, argumentaba que si Brasil quisiera tener un arma nuclear los EE.UU. no podían impedírselo (como lo están queriendo hacer con Irán), pero que ese país no necesita de ello y que la razón por la cual Washington se hace de la vista gorda con India es por el temor a China.

Si la mitad de los gastos militares de la humanidad la tiene EE.UU., la de Suramérica la detenta el Brasil.

Brasil carece de guerras internas (aunque -según Spektor- en Río hay cada año más muertos por crimen que en todo Iraq) y hace 14 décadas no ha librado conflicto militar alguno con ninguno de sus 10 vecinos.

Sin embargo, no se puede descartar que haya un plan secreto para dotar a Brasil de un arma nuclear, lo cual haría que América Latina deje de ser la única región habitada del planeta que se ha librado de poseer una bomba de dicha naturaleza.



Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *