La conservación y cuidado de los bosques en su estado natural, ha empezado a mostrar los beneficios que genera para la población mundial y sobre todo para la población local, quienes son los primeros en recibir los beneficios directos de la diversidad biológica que se protegen al interior de la áreas naturales.
De acuerdo al programa de trabajo para la conservación y protección del Parque Nacional Cordillera Azul (PNCAZ), esto se conoce como efecto fuente-sumidero, es decir que el Parque se convierte en fuente de recursos naturales y los centros poblados alrededor en sumidero o receptor de todos estos recursos.
Frank Oyola Ojeda, jefe del PNCAZ, sostiene que “el crecimiento poblacional genera mayor presión por los recursos naturales y por tierras para la agricultura, pero ya la población ha reconocido que el bosque debe usarse de forma adecuada y ordenada sin generar perjuicio para las próximas generaciones”.
Oyola Ojeda sostiene que “al interior del PNCAZ nacen numerosos riachuelos que al bajar alimentan los ríos que riegan campos de cultivo y proveen de peces y agua para consumo de la población, al mismo tiempo la cadena de montañas boscosas, ayuda a regular el clima mediante la absorción de carbono y generación de oxígeno limpio para la población mundial, que también se beneficia con el trabajo de conservación”.
El Parque Nacional Cordillera Azul, cumple el próximo 21 de mayo su décimo aniversario de establecimiento, tiempo en el que la flora y fauna que vive a su interior se ha recuperado y hoy salen hacia las comunidades que reconocen este beneficio gratuito como resultado de un trabajo de conservación al interior del área natural protegida, promueven actividades compatibles con el ambiente y mejoran su calidad de vida.
El Parque Nacional Cordillera Azul (PNCAZ), está ubicado entre los ríos Huallaga y Ucayali, en los departamentos de San Martín, Loreto, Ucayali y Huánuco con una extensión de 1’353,190.85 hectáreas. Su principal objetivo es proteger una serie única de especies, comunidades biológicas y formaciones geológicas típicas del bosque montano y premontano de la Cordillera Azul. Asimismo, su presencia resguarda las cabeceras de cuenca que brindan agua a toda la zona adyacente.
El PNCAZ protege la mayor cantidad de selva alta intacta en el país y es hogar de plantas y animales únicos en el mundo.