Shi Jianfeng esquivó el pago de peajes 2.300 veces entre mayo de 2008 y enero de 2009. Colocó dos placas militares falsas a las dos camionetas en las que transportaba regularmente grava; en China, el Ejército no paga derechos de tránsito.
El Tribunal Popular Intermedio de Pingdingshan, en la provincia de Henan, lo sentenció a prisión perpetua por la deuda de 558 mil dólares que acumuló. Según explicaron las autoridades, la severidad de la condena fue porque la falsificación de objetos militares es considerada un delito grave. Además de la cárcel, Shi debería pagar por su picardía con una multa de 302 mil dólares.
El rechazo de la opinión pública a la decisión de la Justicia fue tal que el Tribunal tuvo que organizar una conferencia de prensa para justificar su dictamen. Los críticos argumentaron que el país castigó con penas menos severas violadores y asesinos.
Se quejaron, además, de los altos precios de los peajes. Según Shi, la grava que transportaba le reportaba beneficios diez veces menores que lo que hubiera tenido que pagar en las carreteras. A sus defensores tampoco les agrada que el Ejército, la institución más poderosa y rica del país, tenga el privilegio de no abonar esas tasas.