El Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), de México, encontró que la cáscara de garbanzo tiene potencial para su uso en la industria alimenticia, evita que los alimentos se alteren con el calor y reduce el colesterol.
Los resultados obtenidos durante el estudio indicaron que la pectina (fibra soluble), al disolverse forma una especie de gel en el intestino que ayuda a bajar los niveles de colesterol en la sangre.
Lo interesante es que sólo la pectina obtenida del garbanzo tiene la particularidad de formar geles que difícilmente se alteran al contacto con el calor.
Las pectinas son ampliamente utilizadas como gelificantes, texturizantes, emulsificantes y estabilizantes en la industria alimenticia en la elaboración de mermeladas, jaleas, confituras, frutas en conserva, panadería, pastelería y bebidas, entre otros.
Esas sustancias confieren a los alimentos las características deseadas por el fabricante y el consumidor, además de que se utilizan como substitutivo de grasas o azúcares en productos bajos en calorías.
El objetivo de esta investigación fue extraer la pectina de la cascarilla de garbanzo y determinar sus características físico-químicas y funcionales.