La acusación de plagio levantada por los herederos de Adrian Jacobs, otro autor infantil ya fallecido, sigue adelante.Si bien es cierto que David Kitchin -el juez a cargo del caso de plagio en la Corte Suprema de Londres- sentenció que las reclamaciones presentadas por Paul Allen, administrador de la herencia del difunto escritor Adrian Jacobs, eran “improbables”, también negó a cerrar el caso, que podría terminar en los tribunales.
De esta forma, el juez Kitchin rechazó una solicitud de los abogados de Rowling y su editorial británica, Bloomsbury, para tener un juicio inmediato que desestimara el caso -que lleva ya más de un año en los tribunales- por completo.
Así, J.K. Rowling podría tener que defenderse en los tribunales contra las acusaciones de haber copiado el trabajo de otro autor de libros infantiles al escribir Harry Potter y el Cáliz de Fuego.
El juez Kitchin dijo en el fallo que el testimonio de la autora era “muy potente y que el Sr. Allen no tiene evidencia directa con que enfrentarla” pero en todo caso, se ha negado a cerrar el caso.
Bloomsbury niega tajantemente las acusaciones de que Rowling copió “partes sustanciales” de Las aventuras de Willy el Mago, escrito por Jacobs en 1987.