Viernes, 29 de Marzo del 2024
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Mineros atrapados en Chile se quejan de censura

Publicado el 06/09/10

Víctor Zamora había sido hasta ahora el bromista oficial del grupo de 33 mineros enterrados en la mina San José. Enviaba chistes y poemas a la superficie, escribía que estaba encantado de estar allá abajo porque así no tenía que lavarse. Todo eso, por cartas. El pasado sábado los organizadores lograron ingeniárselas para que cada uno de los 33 pudiese hablar con tres de sus familiares por espacio de un minuto. Por fin, sus gentes iban a poder mirarles a los ojos mientras hablaban. Pero lo que estaba destinado a ser un día de fiesta destapó el malestar de algunos mineros. Zamora se quejó a su familia de que solo le había llegado una carta en una semana. Temía que le estuviesen ocultando algo. “Pero nosotros le enviamos por lo menos 15”, indicó su esposa, Jéssica Cortés. “Yo cada día le escribo una, y su madre, también, y sus hermanos”.

“Ahí arriba hay unas niñas que dicen que son psicólogas, pero yo no les he visto ninguna identificación donde ponga que son psicólogas”, añadió Cortés. “Y ellas se ponen a leer nuestras cartas y las meten en una bolsa y no sabemos qué hacen con ellas. Al parecer, las leen porque hay algunos mineros que tienen varias mujeres y no quieren que les lleguen a ellos los problemas de sus mujeres. Pero con gente que solo tiene una esposa y un niño, como Víctor, no debería haber problemas”. Cortés cree que unas 22 de las 33 familias padecen el mismo problema de obstrucción de misivas. “El único que debería leerlas es el psicólogo. Y si dejaran más tiempo de comunicación con ellos no habría este problema”, señaló la madre de Víctor Zamora.

Elpais



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