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México y Chile: 200 años/ Brasil y Santa Lucía

Publicado el 16/09/10

Hoy se celebran los bicentenarios de la repúblicas más nórdica y de la más sureña de América Latina. El 16 de Septiembre México de 1810 tuvo su grito de independencia, el cual fue seguido dos días después por Chile. En esta nota queremos ver la distinta evolución de ambos Estados.

Los nombres de ambos países son de origen amerindio. México era el nombre de la capital de los mexicas, una de las 3 tribus que conformaban la Triple Alianza que gobernaban lo que algunos denominan como el imperio azteca. La ciudad precolombina de México fue, hasta la llegada de Hernán Cortez en 1819, la mayor del mundo, la cual era más imponente y limpia que la de cualquier capital europea.

La toponimia de Chile deriva ya sea de la forma en la cual los incas denominaban a la región al sur de su imperio, de una etnia que fue transferida a esas tierras o del de un ave local.

Durante la colonia ambos países jugaron roles diferentes. El primero fue la sede de uno de los dos mayores virreinatos castellanos (el de Nueva España), mientras que el segundo, tras haber sido parte del otro virreinato mayor (el del Perú) obtiene el rango de capitanía.

Durante su independencia México llega a adquirir el título de “imperio”. En 1821-23 su monarca Agustín I regía sobre un territorio que iba desde la actual Costa Rica frontera con la entonces provincia colombiana de la actual Panamá hasta California y Texas. Su territorio bordeaba los 5 millones de kms2.

Hoy México tiene poco menos de 2 millones de kms2. Esta república, al haber perdido un 60% de su territorio original y 3 millones de kms2 (un área mayor al que hoy tiene la mayor Estado hispano: Argentina), hace que México sobrepase a Bolivia como el país que más territorios haya perdido en las Américas.

Chile, en cambio, nació con menos de la mitad de su actual área de unos 750,000 kms2. Mientras México perdió la mitad de su territorio ante su vecino del norte (EEUU), Chile se amplió hacia el norte conquistando Arica y Tarapacá al Perú y Antofagasta a Bolivia.

Territorio de la capitanía de chile durante la colonia.

Si del sur del primer México terminaron emergiendo 6 Estados actualmente independientes (Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica), Chile se expandió hacia el sur conquistando al Estado mapuche (el mismo que tuvo reinos que la corona española y la primera republica chilena reconocieron y que luego coronaría a un europeo como su soberano).
México durante la colonia administró territorios en Australasia (Filipinas y la Oceanía española), los mismos que Madrid retuvo tras la independencia hasta perderlos en 1898 ante el país que más tierras arrebató a México (EEUU).
En cambio, durante la independencia Chile ha sido el único país latinoamericano en haberse expandido hacia Oceanía (la polinésica isla de Pascuas). Hoy, además, detenta un amplio territorio en la Antártida, con lo cual se convierte en el único país hispano con territorios en 3 continentes.

México sería hace un siglo la sede de la mayor revolución nacionalista y pro indígena de Latinoamérica y luego del régimen del único partido en el mundo que se mantuvo dos tercios en el poder ganando continuamente elecciones (el del PRI).

Chile, en cambio, fue modelo de 4 sistemas diferentes: el de una de las democracias más estables de la región (hasta 1973), luego del mayor experimento americano de hacer el ‘socialismo’ por la vía electoral (Allende 1970-73), después del principal modelo monetarista del mundo (creado por Pinochet en 1973-89) y finalmente en 1990-2010 del más prolongado cogobierno entre las dos internacionales que hay (la socialdemocracia y la democracia cristiana, cuyas secciones se alternan en el poder de la Unión Europea).

Brasil y Santa Lucía
Dos contradicciones en América Latina

En América Latina Brasil y Santa Lucía ostentan los lugares opuestos en cuanto al tamaño de su población y territorio. El primero es el mayor de todos y el segundo uno de los más chicos.

Santa Lucía es una isla antillana con solo 616 km2

y unos 175,000 habitantes. Brasil, en cambio, tiene una población más de mil veces superior (casi 200 millones de habitantes) y un área casi 14,000 veces mayor (8,514,877 km2).

Estas dos naciones tienen en común una fuerte influencia africana y una pasión por carnavales. Sin embargo, a nivel de premios internacionales ambos ocupan lugares opuestos. En el mayor deporte de todos los tiempos Brasil es quien más copas detenta mientras que Santa Lucía nunca ha entrado a un solo mundial.

En cambio, en cuanto a premios Nobel se refiere (el principal galardón que se otorga a cada una de estas 6 especialidades: física, química, medicina, literatura y economía) a nivel mundial Santa Lucía es el Estado que tiene la relación más alta entre haber conseguido éstos y su cantidad de habitantes, mientras que Brasil es la potencia geográfica que menos de esos galardones ha conseguido.

Brasil solo ha logrado un Nobel (el de medicina de 1960), el mismo que recayó en Sir Peter Medawar (1915-87),
un británico que solo pasó sus 3 primeros años de vida en Petrópolis y el resto de sus 72 años en Reino Unido (país que ha tenido 117 premios Nobel).

Santa Lucía ha conseguido dos Nobel. Uno al de economía de 1979 a Sir William Arthur Lewis (la única persona de raza africana que haya recibido ese galardón) y otro al de literatura de 1992 a Derek Walcott. Algo que distingue a estos santa-lucianos es que ellos detentan la mitad de los 4 premios Nobel otorgados en las 5 disciplinas de ciencias y artes a gente negra. Los otros 8 negros que han recibido un Nobel han sido al de la paz, lo que muestra, paradójicamente, cuan envueltos en violencia se encuentran los que provienen de la raza que más guerras y discriminación padecen.

Lewis Walcott

Pese a que cualquier latinoamericano debería estar orgulloso de saber que uno de los países que integra a su región tiene todos esos meritos, más del 99% de ellos no sabe de eso o si quiera de que esa nación existe o donde está localizada.
Es más, muchos ni siquiera cuentan a Santa Lucía como si fuera parte de América Latina, pues su jefa de Estado sigue siendo la reina británica. No obstante, el 75-90% de la población de Santa Lucía habla un derivado del francés (un porcentaje mayor a los de hablantes nativos de una lengua latina en Bolivia o Paraguay). Esta, además, puede ser uno de los Estados más realmente latinoamericanos que existen.

Todos los países de América Latina tienen como oficial a una lengua latina y varios de ellos también a una amerindia. Sin embargo, Santa Lucía, al igual que Haití y las Antillas holandesas, son los únicos que han producido un idioma latino pero netamente americano.
Los franceses criollos de Haití y Santa Lucía tienen un léxico francés sobre una gramática africana. El primero se habla primordialmente en ese país mientras que el santaluciano es el que más se ha extendido internacionalmente en relación a su población.

Según Ethnologue hay más del doble de hablantes del criollo santaluciano que los que lo hablan en su isla madre, siendo ésta una lengua que emplea la mayoría de los de Dominica (otra isla que es miembro del ALBA).

El Reino Unido es el país europeo que puede que tenga el mayor número de nacionales de Brasil o Santa Lucía. Estas dos naciones, junto con la de Colombia, encabezan la lista de los países latinoamericanos con más residentes en Gran Bretaña. Claro está que si sumamos a los que vienen de Dominica, tenemos que la mayor minoría latinoamericana en Inglaterra la componen quienes vienen de los países de habla latina santaluciana.

Sin embargo, ni los santalucianos se consideran latinoamericanos ni ninguno de ellos participa en los eventos, festivales o asociaciones de la comunidad latinoamericana local. Los brasileros, por su parte, a pesar a ser la mayor nación latinoamericana, tanto en Reino Unido como en EEUU tienden a crear sus propias instituciones, iglesias y prensa que se catalogan como brasileras en contraposición a las latinoamericanas.

Los que provenimos de la América del sur y central es hora que aprendamos a ver a nuestra región como un todo, que desechemos términos obsoletos como el de América Latina que nos crean vallas innecesarias y que aprendamos a trascender las barreras que tenemos con el Caribe no ibero-hablante, el cual comparte una misma historia con nosotros y cuyos habitantes originarios fueron miembros de la gran familia arawak que se extendía desde Argentina a La Florida y en la cual estuvieron los primeros incas.



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