A partir del 1 de octubre de 2010, el sistema de correlación de transferencias de la FIFA (el TMS, del inglés “transfer matching system”) deberá emplearse en todas las transferencias internacionales de fútbol. El TMS es un sistema en línea que agiliza y facilita las transferencias internacionales y, aún más importante, hace más transparente su ejecución. En febrero de 2008, comenzó a funcionar en fase de pruebas en 18 países; ahora ya está presente en todas las asociaciones miembro y en un total de 3,633 clubes.
En palabras del Presidente de la FIFA Joseph S. Blatter: “Este es un momento histórico para el fútbol. El TMS es un sistema relativamente simple, pero que tendrá una inmensa repercusión en las transferencias internacionales de jugadores. Gracias a él, las autoridades futbolísticas dispondrán de más datos sobre cualquier transferencia. Lo más importante es que este sistema aporta más transparencia a las transacciones y nos permite luchar contra el blanqueo de dinero y proteger a los jugadores menores de edad”.
Los dos clubes que participen en un traspaso tendrán que introducir la misma información en el TMS; de lo contrario, se bloqueará la transferencia y las respectivas asociaciones miembro no podrán expedir el certificado de transferencia internacional (CTI).
Por lo general, se deben introducir más de 30 datos por cada transferencia, entre ellos la información sobre el jugador, sobre el club, todos los pagos junto con su cuantía, su vencimiento y los datos bancarios, y los pagos de solidaridad a los clubes anteriores. Todos estos datos deberán corroborarse mediante documentación acreditativa; para ello, se cargarán al sistema copias digitalizadas de los documentos de identificación del jugador, de su nuevo contrato de trabajo y del contrato de transferencia celebrado entre los clubes anterior y nuevo. Este sistema sustituye al antiguo en formato papel.
Cuando hablamos de jugadores jóvenes y menores de edad, el TMS se encarga de seguir con detalle el historial de cada jugador; el sistema puede utilizarse para cerciorarse de que se calculen correctamente las compensaciones que se deben a los clubes que forman a los jóvenes, pero que ven cómo estos los abandonan para jugar en un club grande.
Asimismo, el sistema se ha adaptado para contribuir a los esfuerzos de la FIFA por reducir el número de traspasos internacionales de menores. Desde su aprobación por parte del Congreso de la FIFA en 2009, una subcomisión de la Comisión del Estatuto del Jugador debe aprobar toda transferencia de este tipo y también toda solicitud de primera inscripción de un menor en un país del cual no es ciudadano. El TMS gestionará tanto la solicitud inicial como todas las decisiones que se adopten con posterioridad.