Jueves, 25 de Abril del 2024 
Desde hace casi tres semanas, alumnos de colegios secundarios y de algunas de las facultades dependientes de la Universidad de Buenos Aires (UBA), vienen desarrollando una protesta, consistente en la toma de los edificios educativos y la suspensión de las clases, en reclamo por la precariedad de algunos establecimientos.
Bajo el lema “la educación no se vende, se defiende”, una veitena de escuelas quedó bajo control estudiantil. Los jóvenes que encabezan las tomas denuncian que el estado de los establecimientos empeoró claramente este año, tras el recorte entre 2008 y 2010 del 50% del presupuesto para infraestructura, propuesto por la alcaldía de Buenos Aires.
“Tomamos las escuelas como último recurso. Nuestro reclamo es por reformas edilicias en todos los colegios. Muchos se caen abajo, los techos están a la miseria, hay un montón de goteras”, explicó Jazmín Davio, de 17 años, vicepresidente del centro de estudiantes del Colegio Normal 5.
Frente a los reclamos que han afectado a 700 mil alumnos, el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, remarcó que sólo 100 colegios, de un total de 1.200, tienen problemas y que el presupuesto de educación para 2010 -equivalente a 1.300 millones de dólares- “es el más alto de los últimos ocho años”.
En tanto, algunos docentes de escuelas públicas iniciaron dos días de huelga en reclamo de mejoras salariales y en apoyo a los estudiantes secundarios que mantienen las tomas.
