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Confirmado: Willie Colon anuncia su llegada a Lima

Publicado el 25/08/10

Uno de los artistas más esperados por todo el público peruano es sin duda el gran Willie Colon. Virtuoso y con una discografía extensa, Colon nos regala una noche elegante, llena de recuerdo y magia. A los 11 años comenzó a incursionar en el mundo de la música, primero con la flauta, luego con el clarín y la trompeta y, finalmente, con el trombón, instrumento que lo consagró como uno de los representantes más importantes de la naciente música salsa. Temprano en 1965, este joven intrépido se lanzó a las calles a probar su talento, justo en la época de furor de la música latina en Nueva York, conformando agrupaciones aficionadas que recibieron buenos comentarios.

En 1967, cuando tenía 17 años de edad, se integró al grupo de artistas que formaban parte de la peña de Jerry Masucci y Johnny Pacheco y que fueron responsables de impulsar el auge del nuevo sello discográfico que cohesionaría la nueva expresión musical latina: Fania. Así, grabó su primer disco para Fania, acompañado de Héctor Lavoe , titulado El Malo, en 1967.

La entrada de Colón al mundo del disco fue uno de los momentos más significativos de la música Salsa y cabe anotar, que el despegue del proyecto musical de Willie Colón se debió, en gran medida, a su junte con el cantante ponceño Héctor Lavoe, quien llegó a él por recomendación del veterano músico Johnny Pacheco, y junto a quien creó el binomio más importante de la salsa. Junto al denominado “Cantante de Cantantes”, elevó su propuesta al máximo renglón de las escenas musicales, sobre todo porque se logró hilvanar un nuevo concepto musical que combinó el tono pícaro de la voz de Lavoe y su apego a las melodías de la canción tradicional boricua, con el interés del osado trombonista de proyectar en su trabajo la evocación nostálgica del sonido de las raíces de la música puertorriqueña, en unión al sonido fuerte y agresivo del mundo urbano que los abrigó.

Durante los siete años que duró la unión de Willie Colón y Héctor Lavoe la salsa triunfó. La receta del éxito fue trastocar los patrones rítmicos establecidos para marcar el compás del nuevo tiempo de la salsa, armado de composiciones modernas y matizadas por fraseos y frases típicas del campesinado boricua.

Colón también fue parte de otro binomio musical de gran éxito, pues desde 1977 grabó unos exitosos álbumes junto al cantante y compositor panameño Rubén Blades, con quien logró tal vez su mayor impacto mediático con los álbumes Metiendo Mano!, de 1977; Siembra de 1978 (que se convirtió en el disco más vendido de la historia de la Salsa), Maestra Vida Vol. 1 y 2 de 1980 (ópera salsa escrita por Blades pero producida por Colón), Canciones del Solar de los Aburridos de 1981, y The Last Fight (banda sonora de la película del mismo nombre de 1984).

El éxito del junte con Blades se fundamenta en que el agresivo y en ese entonces muy depurado sonido de Colón, que mezclaba sofisticación y a la vez fuerza en escena, encontró en la letras de Blades un complemento perfecto para expandir sus horizontes artísticos. Temas como Tiburón, Pedro Navaja, Plástico, Buscando Guayaba, Según el Color, Plantación Adentro, Ligia Elena, entre muchos otros, calaron hondo en los hogares de millones de latinoamericanos y le dieron a la Salsa mayores alcances, pues hasta ese momento muchas personas consideraban a la Salsa una música marginal. El impacto del disco Siembra llevó a que audiencias que anteriormente habían rechazado a la Salsa, empezaran a adoptarla en nuevos escenarios. Igualmente, en países como Chile, Argentina o España (que nunca han sido salseros) el álbum tuvo gran aceptación.

Cabe anotar que luego de la experimental producción de 1975 The Good, The Bad, The Ugly, en donde Colón había debutado como cantante de algunos temas (y con la participación de Lavoe en unos temas y el debut de Blades en otro), Colón decidió lanzar la producción Solo en 1979 en donde por primera vez asumió el rol de cantante principal de su banda, lo cual se fortaleció con el exitoso álbum Fantasmas de 1981. Así, Colón empezó a presentarse en solitario junto a su banda al mismo tiempo en que también realizaba presentaciones con los artistas con los cuales colaboraba (Blades, Miranda, Lavoe, entre otros).

Willie Colón es, sin duda, un pintor de los rostros de su gente, un artista que plasmó en sus canciones –sobre todo en su sonido fuerte– la conciencia de una generación que exigía el respeto social y que luchó por la vindicación de sus condiciones de vida.
Su sonido, de gran impacto, agresividad y sabor, muy pronto se empezó a depurar, pues desde muy temprano comenzó a experimentar con una serie de ritmos y temáticas que pocas veces se habían utilizado en la Salsa. Por ejemplo, son famosas las versiones de temas brasileros (principalmente de Chico Buarque) que Colón realizó con su propio estilo, caracterizado por el empleo de trombones, el cual en varias ocasiones empezó a combinar con sofisticados arreglos de cuerdas, todo dentro del denominado “sonido de Nueva York”.

Así, su principal característica como músico es la fusión de ritmos que, desde sus inicios musicales hasta su último disco inédito El Malo Volumen 2: Prisioneros del Mambo, ha mantenido, siendo un artista que ha sabido combinar la música propia de cada época con los ritmos latinos en su esencia más original. Con Colón nació la salsa, música ideal para tratar temas de las clases marginadas, pero que poco a poco alcanzó otras audiencias. Este experimento le dio unidad a la música que se hacía en el entorno de Nueva York, al asimilar los ritmos caribeños, latinoamericanos y norteamericanos y crear un sonido moderno, agresivo y bastante experimental. Asimismo, Colón es uno de los músicos que si bien no niega la influencia de la música cubana en la Salsa, afirma que no son la misma cosa, pues ha dicho que él mismo puede dar un concierto de dos horas sin interpretar ningún ritmo cubano y a pesar de esto, tocar Salsa. Al respecto es famosa su frase de que “la Salsa no es un ritmo, es un concepto”. Mil motivos para ver a un artista tan esperado y talentoso. La imperdible cita es este 10 de setiembre en Scencia de La Molina, las entradas ya están a la venta en teleticket de Wong y Metro.



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