Viernes, 19 de Abril del 2024
turismo



ISAAC BIGIO

Publicado el 17/03/10

ESPECIAL SOBRE LAS ELECCIONES COLOMBIANAS

Uribe gana

LONDRES.- Para las elecciones presidenciales colombianas del 30 de mayo Uribe no puede candidatear. Sin embargo, el ganador de éstas será uno de sus seguidores.

Eso es algo que quedó confirmado en las legislativas del domingo 14 donde la suma de los partidos pro Uribe supera ampliamente al 50% de los votos válidos. El electorado ha respaldado a la estrategia de “seguridad democrática” del Presidente basada en una gran dureza contra la guerrilla.

En el senado (electo a nivel nacional) en la pugna por los dos primeros puestos han quedado el “Partido de la U” (la U representa a Uribe) con un 25% y los conservadores con entre 20% y 21% de los votos válidos.

Por encima de los conservadores y en segundo lugar, sintomáticamente, se ubica la suma de todos los votos nulos y blancos, lo que evidencia un amplio sector de disconformes en un país donde, además, más del 55% de los inscritos no fueron a sufragar.

El cuarto lugar lo ocupó el liberalismo (16%), quien posiblemente ya nunca vuelva a ser el tradicional partido que se alternaba en el poder con los conservadores, pero al menos ha duplicado la votación del centroizquierdista Polo Democrático, quien bajó al sétimo lugar con el 7.5% dejando de ser la cabeza de la oposición.

El quinto puesto lo disputan otros dos partidos que inicialmente apoyaron a Uribe, los cuales han ido bordeando el 8%. Uno es el PIN, conformado por gente vinculada a congresistas encarcelados por sus vínculos con los narco-paramilitares, y el otro es Cambio Radical, ex liberales duros quienes se fueron distanciando de Uribe para “limpiarse” de influencias del paramilitarismo.

Los verdes, conformados por 3 ex alcaldes bogotanos, fueron una de las sorpresas con poco menos del 5%.
El Polo, quien gobierna Bogotá se desplomó. Le ha pasado algo similar a la debacle de la Izquierda Unida peruana en los 1990. Acusado por la derecha de ser “suave” con la insurgencia, esta izquierda se ve obligada a pedir más firmeza “antiterrorista” con lo cual pierde identidad y se confunde con otras fuerzas de centro, quienes terminan sobrepasándoles.

Si a Uribe le hubiesen permitido postular él lograría arrasar en las siguientes presidenciales, pero abriendo la posibilidad de que se produzca una explosión social post-electoral tipo Fujimori (Perú 2000). En el nuevo escenario Uribe ha asegurado un sucesor a quien no se le acusará de ser inconstitucional y él podrá seguir influyendo en el poder manteniendo alta popularidad.

No o sí a Noemí

LONDRES.- En las elecciones legislativas colombianas del domingo 14 los conservadores fueron el partido que más creció en bancadas (habría subido en un 33% su número de senadores: de 18 a 24) y quedó segundo (con casi 21% de los votos válidos, 4 puntos debajo del ganador: el “Partido de la U” de Uribe). Esto podría permitirles a ellos crecer en sus posibilidades de calificarse para la segunda vuelta en las presidenciales del 30 de mayo.

Sin embargo, los conservadores se encuentran entrampados pues hay un virtual empate entre sus dos principales aspirantes: Andrés Felipe Arias y Noemí Sanín.

El primero (apodado de “Uribito” por su gran parecido físico e ideológico al actual Presidente) ha tenido la cartera de Agricultura, ha sido uno de los ministros favoritos del mandatario y es partidario de hacer una gran coalición con el “Partido de la U” y con otras fuerzas continuistas.

La segunda ha sido embajadora en Madrid y Londres, salió tercera o cuarta en las dos últimas dos presidenciales colombianas y ha tenido una relación controversial con Uribe. Por una parte a ella se le acusó de tildar a Uribe de pro paramilitar antes de que él gane los comicios, pero ella luego reivindicó a su régimen.

Ambos buscan darle al conservadurismo una estrategia diferente. Arias podría llegar a un pacto con Santos (el candidato del “Partido de la U”) para buscar una plancha que gane en la primera vuelta. Sanín, en cambio, quiere que los conservadores recuperen su independencia y llama a una suerte de post-uribismo. Ella es partidaria de más presencia militar de EE.UU. y de la dureza antiterrorista, pero incide en que hay que dar un giro más social.

Una victoria de Arias podría garantizar que el siguiente mandatario sea un leal sucesor a Uribe (como también que una candidatura más crítica al régimen levante vuelo acusando a los conservadores de ser lo mismo que el uribismo). Si Sanín sale su estrategia sería buscar posesionarse en la segunda vuelta para querer ganar en primera con los votos de la oposición (si compite contra Santos) o del uribismo (en el improbable caso de que éste no se clasifique).

Es probable que el Tribunal Electoral colombiano demore varios días en arrojar el resultado final y que al cabo de éste hayan tantas acusaciones mutas de fraude que el conservadurismo acabe devorado por sus propias contradicciones y la polarización se dé entre el uribista Santos y la oposición.

En las mismas ánforas del domingo todo aquel que quería podía solicitar una papeleta para escoger por cual aspirante a la candidatura conservadora votaba. Usualmente los que se identifican como miembros de un partido son muchos menos de los que votan por éste. No obstante, en el caso del conservadurismo colombiano ocurrió lo inverso: el número de personas que participaron en sus elecciones internas es similar y tal vez mayor al del conjunto de colombianos que votaron por este mismo partido. Muchos de quienes participaron en esa interna no son conservadores y lo que buscaron hacer fue querer eliminar a quien consideraban como el mal mayor.

COLOMBIA: LA FUERZA DEL VOTO POR NADIE

LONDRES.- No recuerdo haber visto en América Latina una papeleta electoral tan elaborada como la de las elecciones colombianas del domingo 14. Esta constaba de 3 ‘sábanas’ de papel (para nominar diputados – o representantes a la cámara como se les llama en Colombia-, senadores y parlamentarios andinos, respectivamente). Los primeros son electos a nivel local (y por ende tienen su propia papeleta en cada circunscripción) y los segundos en listas a nivel de todos los colombianos dentro y fuera del país.

Las circunscripciones de colombianos del exterior, de negros y de indios tienen sus propios diputados. A su vez, uno puede marcar por uno de los 100 senadores a nivel nacional o por uno de los dos senadores del cupo indígena.

Además hubo una votación especial en la costa del Caribe y los que querían solicitaban una papeleta especial para participar en las internas de los partidos conservador o verde. Tal es el índice del deseo de muchos colombianos de participar en la política que a nivel nacional compitieron 17 partidos (la mayor parte de ellos llegó a entrar al congreso) para los 102 senadores y que sumando los aspirantes a 166 diputaciones había unos 2,500 candidatos esparcidos en unas 300 listas.

Pese a tal alto grado de participación ciudadana y a que Colombia tiene una de las democracias constitucionales más antiguas del hemisferio, nuevamente en este país se produjo una de sus manifestaciones típicas de expresar un rechazo o indiferencia ante el sistema: la alta abstención.

Según todos los análisis en las últimas elecciones al senado el gran ganador ha sido el Partido de la U (Uribe) porque viene acercándose a los 3 millones de votos. Sin embargo, en segundo lugar le siguen los votos en blanco o nulos que bordearán los 2,5 millones. Más fuerte aún es la cantidad de inscritos que no fueron a votar: 16,649,537 (una cifra que es un cuarto de veces mayor que la de los 13,203,762 de votantes).

Tan alto es el ‘voto por nadie’ en la idiosincrasia colombiana que en este país las papeletas han creado un espacio para que la gente marque ‘voto en blanco’ (el cual se contabiliza como voto válido). Además de esa categoría hay el voto nulo o el ‘no marcado’ (es decir lo que en otros países se conoce como el verdadero voto en blanco pero que en este caso no es contabilizado como voto válido). La suma de los que votaron pero por ningún candidato al senado se acerca al 20% de los sufragios escrutados. El Partido de la U quedó primero pero solo con el respaldo de un 10% del electorado.

Para el parlamento andino el voto por nadie fue tan alto que estas elecciones podrían quedar invalidadas. Solo 5,5 millones votaron a favor de algún partido en estos comicios (es decir, casi la misma cantidad de gente que votó allí en blanco o nulo, menos de la mitad de los que acudieron a sufragar y un sexto de los inscritos). En el parlamento andino la primera lista (la de la U) bordea el 1,3 millón de votos, por debajo de los 1,5 millones de votos marcados como en blanco o de los más de 2,3 millones de votos ‘no marcados’.
Algunos le echarán la culpa a un sistema tan complicado, aunque el de la papeleta de la India es mucho más complejo (además de que allí hay 20 veces más electores, los mismos que tienen decenas de lenguas oficiales y un alto analfabetismo), pero allí no hay tanto ‘voto por nadie’.

Otro factor es el grado de militarización y de ilegalidad que campea en muchas partes del país donde la gente es obligada a votar por determinadas fuerzas (o a no sufragar) dependiendo de quien posea el control militar de la zona. Tan alta es la tradición de fraude que los dos candidatos del mismo partido conservador se acusan mutuamente de ello y que hay muchas plazas que, a media semana de las elecciones, no se puedo uno explicar porque hay tanta demora en dar los resultados.

El alto índice de votantes por nadie, que supera al de cualquier otro país americano, evidencia un sector de la población disconforme que puede ser susceptible a creer en ‘caudillos’, a ser abono de una posible explosión social o a ser influida por grupos armados.
Para las presidenciales el eje de los candidatos no solo debe ser buscarse arrancar mutuamente electores, sino de llegar a ese 60% a 70% de inscritos que no quieren votar por nadie. Igualmente, los opositores deberían tender allí a buscar fuerza.

El fenómeno MIRA

LONDRES.- El Movimiento Independiente de Renovación Absoluta (MIRA) es un fenómeno muy interesante de Colombia. En las últimas elecciones este partido obtuvo un 3% de los votos del Senado pero quedó cuarto para el parlamento andino y posiblemente gane la representación de los 4 a 5 millones de colombianos del exterior. Este partido es posiblemente el mejor organizado y estructurado de todos los que tienen las diásporas latinoamericanas en varias partes del mundo.

MIno apoya ni se opone al gobierno, y no está vinculado a los paras, la guerrilla o la izquierda. Este partido tuvo igual número de candidatos y candidatas de forma intercalada. El eje de su trabajo es una amplia red de asistencia social que presta a sectores necesitados.

Sin embargo, la clave de su fuerza radica en los valores de la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional fundada en 1972 por los colombianos Luis Moreno y su esposa María Luisa Piraquive (a quienes sus files la consideran profeta que revela al espíritu santo). La hija de ambos, Alexandra, es la senadora del MIRA.

Si bien el MIRA y la IDMJI son entidades separadas ambas mantienen colores blanqui-azules, ideales y militantes en común. Algo interesante es que la IDMJI no se asocia con nadie a nivel religioso y MIRA no hace alianzas por votos a nivel político.

LA IDMJI, sin embargo, no es la iglesia más grande creada en América Latina. En Colombia hay otras mayores quienes prefieren incursionar en política integrando otros partidos (como es el caso del principal grupo evangélico colombiano, los G12 de los pastores Castellanos, que son parte del uribismo). Posiblemente la más poderosa iglesia cristiana nacida en América Latina sea la Universal del Reino de Dios, quien ha comprado una de las dos televisoras más grandes del Brasil (Record), y tiene más de 10 millones de fieles en más de 5,000 templos esparcidos en casi todos los países.

Nuestra época es muy contradictoria. Por una parte se ha llegado a altos niveles tecnológicos y a la comprensión científica del origen del universo. Sin embargo, la atomización de los individuos y su sed de buscar protección social o ‘divina’ hace que crezcan muchas denominaciones religiosas. En el medio oriente avanza el fundamentalismo islámico o judío.

En Occidente a la par que la iglesia católica o anglicana pierden fuerza (algo que se expresa en el declive de los partidos demo-cristianos latinos) al mismo tiempo avanzan nuevas iglesias cristianas. En las internas republicanas de EEUU hubo dos candidatos con fuerza: Romney (mormones) y Sarah Palin (evangelistas). Los evangélicos no siempre tienden a apoyar a la derecha; en las elecciones salvadoreñas ellas ayudaron a inclinar la balanza para que ganase el izquierdista Farabundo Martí.

Once chileno

LONDRES.- El 11 de marzo es cuando se entra a la séptima decena de días en el calendario anual y también cuando en Chile ha juramentado el último de los setentaitantos gobiernos que haya tenido dicha república.

El 11 de marzo es un día muy especial en Chile. Ese día es cuando la banda presidencial debe pasar de uno a otro mandatario. Paradójicamente el 11 de septiembre, exactamente a la mitad de los siguientes 12 meses, es cuando la democracia mapochina sufrió en 1973 su mayor quiebre.

Esta es la segunda vez en la historia chilena en que un presidente de derecha remplaza a uno del Partido Socialista. La primera vez ocurrió hace exactamente 36 años y medio, cuando una junta militar anticomunista depuso al primer presidente marxista electo de Sudamérica. Entonces Allende venía de efectuar una serie de nacionalizaciones y de medidas que incomodaban mucho a la Casa Blanca republicana quien veía a Chile como una ficha en la guerra fría de La Habana y Moscú.

El golpe interrumpió uno de los sistemas constitucionales más antiguos y estables del hemisferio y desencadenó mucha violencia. El cuartelazo, a su vez, llevó a una de las dictaduras personales más longevas de la región. Pinochet duró 17 años en el poder y estableció un modelo económico monetarista que acabaría siendo imitado hasta en sus antiguas Némesis del ex bloque soviético.

Esta vez Bachelet fue depuesta electoralmente por Piñera. Sin embargo, entre ambos no hay mucha diferencia y tampoco habrá ningún riachuelo de sangre. Ambos representan a los sectores de la izquierda y de la derecha que gradualmente se han ido corriendo hacia el centro y que sabrán cohabitar dentro del juego legal del poder y de la oposición.

Este traspaso en el gobierno se dará sin ningún cataclismo social, aunque fue precedido por uno de los 5 peores sismos de la historia. Paradójicamente, el más fuerte que se haya registrado ocurrió hace medio siglo en el norte chileno poco antes de que Chile fuese la sede de un mundial de fútbol y de que por primera y única vez su elenco de 11 jugadores llegase a quedar semifinalista en un torneo global del deporte más popular.



Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *