Miercoles, 11 de Diciembre del 2024
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"Las neurosis sexuales de nuestros padres" se estrena hoy

Publicado el 02/07/09

Esta noche se estrena en el instituto Goethe la obra Las neurosis sexuales de nuestros padres, del dramaturgo suizo Lukas Bärfuss, uno de los más destacados autores en lengua germana de la actualidad.
El montaje está a cargo del grupo de teatro Ópalo, responsable el año pasado de La noche árabe, de Roland Schimmelpfennig, otra obra representativa de la más reciente escena teatral en alemán.

Dirige la obra Jorge Villanueva y actúan Wendy Vásquez, Sergio Paris, Marcello Rivera, Celeste Viale, Carlos Cano, Olga Bárcenas y Juan Carlos Morón.

Villanueva explica que con esta pieza el público limeño tendrá la oportunidad de apreciar las últimas tendencias del arte escénico del Viejo Continente.

La obra se presentó con bastante éxito en las salas de varios países. Por ejemplo, en Berlín estuvo en cartelera por dos años seguidos.

El argumento está inspirado de forma libre en el famoso caso de Dora, que fuera estudiado por Sigmund Freud. La historia versa sobre una adolescente que ha vivido dopada toda su vida, hasta que le suspenden los medicamentos y descubre el sexo.

Jorge Villanueva destaca que el autor de la pieza, Lukas Bärfuss, ha sido muy inteligente a la hora de redactar los textos. Agrega que otra característica de la obra del suizo es que las escenas son sucintas pero intensas. Además de autor de obras de teatro exitosas, es novelista de prestigio en el mundo germanoparlante.

Ingenuidad e inocencia

Al descubrir el placer del sexo, Dora, con la máxima ingenuidad e inocencia, revela todas aquellas cosas que los adultos suelen practicar más bien debajo de la frazada. La respuesta es el silencio y una contundente hipocresía de todos los que la rodean.

Dora despierta en un mundo que intenta comprender, reacciona a lo que siente y ve hermoso lo que a muchos escandaliza.

Al principio, ella está encerrada dentro de sí misma, repite las frases que escucha, y ella misma es un espejo de lo que percibe, pero todo cambia. Sus palabras y necesidades son solo suyas, más lejos de las neurosis y más cerca del dolor.



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