El 2 de Febrero de 1850, Pedro Salazar Quezada, un joven del barrio de Limoncillo, hoy distrito del RÃmac, encontró a orillas de una acequia un rollo sumergido. Se trataba de un lienzo con la imagen del Cristo Crucificado, la Virgen MarÃa de los Dolores, MarÃa Magdalena y, en la parte superior, el Padre y el EspÃritu Santo.
Este milagro hizo que llevara el pequeño lienzo a su casa, en el solar de Lipa. Al ver la belleza de las imágenes, la madre del joven cayó de rodillas llorando de emoción; de igual manera, al oÃr la maravillosa noticia, los vecinos se postraron ante la imagen dando gracias a Dios.
Desde ese entonces decidieron reconocer a la imagen como el Señor de Lipa, por el lugar donde habÃa sido encontrada y donde se empezarÃa a venerar. Años más tarde, se levantó un altar en el patio interior del solar, con una réplica del lienzo en mármol importado desde Italia. Luego fue trasladada a la Iglesia de Santa Liberata, también en el RÃmac, lo que dio inicio a una de las devociones, tradiciones y manifestaciones de religiosidad más antiguas de la ciudad de Lima y del mencionado distrito.
Cabe recordar que el 5 de Noviembre del 2020 la Festividad del Señor Crucificado del RÃmac fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación, gracias al trabajo de la Municipalidad de Lima, a través del Programa Municipal para la Recuperación del Centro Histórico de Lima (Prolima) y la Hermandad del Señor Crucificado del RÃmac.
De esta manera, en el marco de la recuperación de los valores materiales e inmateriales que impulsa el Plan Maestro del Centro Histórico, la comuna limeña anima a los vecinos a seguir cuidando la tradición y el legado heredados, y renueva su compromiso de continuar trabajando por el reconocimiento de las expresiones culturales que son parte de la historia de la ciudad.