Pinacoteca Municipal IGNACIO MERINO
Inicios de una colección pública en Lima
Hasta el 9 de junio
Galería Municipal de Arte Pancho Fierro (Pasaje Santa Rosa 114, Cercado de Lima)
Ingreso libre
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Con más de 90 años de formación la Pinacoteca Municipal Ignacio Merino alberga 890 obras de las más variadas tendencias y autores como Pancho Fierro, Ignacio Merino, Francisco Laso, Daniel Hernández, José Sabogal, Julia Codesido, Juan Manuel Ugarte Eléspuru, Tilsa Tsuchiya, Fernando de Szyszlo entre otros destacados cultores de la plástica peruana.
Esta colección de arte que reúne las más variadas expresiones plásticas del siglo XIX y XX peruano fue creada el 29 de mayo de 1925 y en el marco de su aniversario, la Municipalidad de Lima presenta la exposición Pinacoteca Municipal IGNACIO MERINO. Inicios de una colección pública en Lima, una muestra que resume los primeros momentos de creación de esta importante colección pública que posee, además de la obra de Merino, otras destacadas joyas de la plástica peruana.
La exposición conformada por 34 importantes obras de su colección podrá verse hasta el 9 de junio en la Galería Municipal de Arte Pancho Fierro (Pasaje Santa Rosa 114, Cercado de Lima). El horario de visita es de martes a domingo de 10:00 a.m. a 8:00 p.m. El ingreso es libre.
Actividades
En el marco de la exposición, los días 28 y 30 de mayo, a las 3:00 p.m. y 11:00 a.m. respectivamente, se llevará a cabo un recorrido guiado, donde un mediador conversará con el público y mostrará las obras más representativas de esta exposición. Mientras que el martes 29 a las 3:00 p.m., la responsable de la Pinacoteca, Mary Takahashi, dialogará con los participantes y nos contará la historia de este espacio artístico.
Una gran oportunidad para conocer las obras de grandes maestros de la historia de la pintura peruana.
Relación de obras que se exponen
LISTA DE OBRAS ENVIADAS A PANCHO FIERRO
Francisco Laso
Ignacio Merino
Ignacio Merino
Ignacio Merino
Francisco Laso
Madrazo Y Kuntz, Luis
Raúl María Pereyra
José Gutiérrez Infantas
Daniel Hernández
Anónimo
Mario Urteaga
José Gutiérrez Infantas
Alberto Dávila
Reynaldo Zamora
Juan Manuel Ugarte Eléspuru
Carlos Aitor Castillo
José Huerto Wong
Augusta Barreda
Pancho Fierro
Pancho Fierro
Pancho Fierro
Pancho Fierro
Pancho Fierro
Julia Codesido
Víctor Humareda
Macedonio De la Torre
Enrique Camino Brent
Ignacio Merino
Ignacio Merino
Ignacio Merino
Ignacio Merino
Ignacio Merino
Tilsa Tsuchiya
Daniel Hernández
Pinacoteca Municipal IGNACIO MERINO
La Colección Municipal de Lima tiene sus orígenes en el legado del pintor Ignacio Merino (Piura, 1817 – París, 1876), el más destacado de los artistas de la corriente académica en el Perú. Merino viajó desde niño a París y durante su aprendizaje como artista fue influenciándose de variadas técnicas y estilos europeos. Con el tiempo, sus obras sorprenden a la crítica francesa y logra obtener, en 1863, la medalla de oro en el Salón de París por su obra Colón ante los sabios de Salamanca.
Luego de un periodo de retorno a Lima, en 1838, Merino se establece en la capital francesa a partir de 1850. Allí desarrolla una brillante carrera. Tras su muerte, acaecida en 1876, la ciudad de Lima recibe la totalidad de las obras de su taller, las cuales fueron enviadas por barco al Cabildo de Lima un año después. Embaladas en París, las magníficas obras del artista se embarcaron desde el puerto inglés de Liverpool el 24 de enero de 1877, para arribar al Callao a fines de abril del mismo año.
El ingreso de esta valiosa obra propició, luego de varios años, la oficialización de la Pinacoteca Municipal Ignacio Merino el 29 de mayo de 1925. Es en el marco de su aniversario que la Gerencia de Cultura de la Municipalidad de Lima se complace en presentar, en esta exposición, una síntesis de los momentos más significativos que permitieron la institucionalización de esta importante colección pública municipal y el progresivo incremento de su valioso acervo, patrimonio artístico de nuestra ciudad.
LA GALERÍA MUNICIPAL DE PINTURAS
En 1898 se llegó a publicar un detallado catálogo de todos aquellos objetos exhibidos en el Palacio de la Exposición, incluyendo los pertenecientes a la Pinacoteca Municipal. En el transcurso de 1903, durante la administración de Federico Elguera, surgió en el Concejo la iniciativa de implantar la Inspectoría de la Exposición. Con esta medida se buscaba concretar el ansiado Museo o Galería de Pintura Nacional. Transcurridos algunos años, la autoridad local funda oficialmente en 1907 la Galería Municipal de Pinturas, como dependencia del Concejo Provincial, en un claro intento de preservar sus fueros y de mantener de manera indiscutible la propiedad de la colección.
EL CENTENARIO DE IGNACIO MERINO
Al acercarse el centenario del nacimiento de Ignacio Merino (enero de 1917), la Galería Municipal de Pinturas cobró protagonismo en la escena artística local por ser la principal poseedora de su obra. Debido a ello, la exposición retrospectiva realizada a comienzos de ese año –que incluía obras de la Galería Municipal y de particulares– se celebró en el local de la Cámara de Diputados y fue inaugurada el día del centenario del artista por el presidente de la república Augusto B. Leguía y el alcalde de Lima Pedro José Rada y Gamio.
Este evento estuvo acompañado de un completo catálogo, a cargo de la Municipalidad de Lima, que incluyó grabados de sus obras, un texto biográfico y un ensayo acerca de la estética y técnica de Merino escrito por Juan Bautista de Lavalle y Teófilo Castillo.
INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA PINACOTECA
A partir de 1924, la instalación provisional de la Municipalidad de Lima en el local del Palacio de la Exposición determinó una mayor cercanía de las autoridades con su galería de pinturas. Esto tendría como consecuencia la fundación oficial y definitiva de lo que pasó a denominarse Pinacoteca Ignacio Merino.
El acto inaugural se celebró en la sede del Palacio de la Exposición el 29 de mayo de 1925. Estuvo encabezado por el presidente Augusto B. Leguía y contó con la presencia del alcalde Rada y Gamio, así como de autoridades del gobierno central y del gobierno de la ciudad.
Debido a que Daniel Hernández representaba la continuidad de las tradiciones académicas, iniciadas por el pintor Ignacio Merino, él fue considerado como el candidato natural para hacerse cargo de la nueva Pinacoteca Municipal. Al ser nombrado como director de esta colección, el 1 de junio del 1925, Hernández enfatizó el criterio selectivo que debía tener su función, entendiendo que no sería “un simple guardián en jefe de los cuadros conservados en el local.”
LOS CONCURSOS MUNICIPALES
Los concursos municipales de pintura y grabado constituyeron el medio más efectivo para enriquecer la Pinacoteca y la mejor manera de establecer una relación directa con la producción artística contemporánea. Estos concursos se realizaron entre 1943 y 1960, para luego reanudarse por dos años más, entre 1981 y 1983.
La primera convocatoria de este certamen tuvo como ganador a José Gutiérrez Infantas. En 1953, Ugarte Eléspuru fue galardonado por su obra La gleba; mientras que, en 1954, el jurado optó por una obra más modernista al premiar El puente de Carlos Aitor Castillo.
Hacia finales de la década de 1950, la tendencia de los lenguajes no figurativos se hizo evidente cuando el jurado otorgó en 1958 el primer premio a una obra abstracta denominada Mujer indígena de Reynaldo Zamora; mientras que el segundo premio recayó de manera insólita en Cementerio, una singular pieza figurativa de Tilsa Tsuchiya, joven estudiante a punto de egresar de la ENBA. Asimismo, de la década del 50 destaca la obra de Alberto Dávila Las pescadoras.
Producto de estas convocatorias, la colección también alberga ejemplares de la técnica del grabado como la xilografía de José Huerto Wong Primer estado y el intaglio Esotérico de Augusta Barreda.
NUEVAS ADQUISICIONES
En la década de 1950 se producen algunos hitos importantes. En 1954 se compra la colección de acuarelas de Pancho Fierro y seguidores que perteneció a Ricardo Palma. La transacción fue efectuada en 1954 gracias a las gestiones del alcalde Luis T. Larco. Sus doscientas cuarenta y ocho piezas formaban parte de un álbum titulado Lima. Tipos y costumbres, coleccionado en principio por Agustín de la Rosa Toro y luego cedido a Ricardo Palma.
Durante el gobierno municipal de Héctor García Ribeyro, entre 1957 y 1961, se concedió apoyo a las actividades culturales, para lo cual se contó con la asesoría del pintor limeño Reynaldo Luza.
Así, llegan a incorporarse obras de la escuela indigenista como el Varayoc de Chinchero de José Sabogal, La escalera roja de Enrique Camino Brent y Rincón de Casa Hacienda del gran autodidacta Mario Urteaga.
TIEMPOS INCIERTOS, NUEVAS PERSPECTIVAS
En 1967, durante el gobierno de Luis Bedoya Reyes, se crea la Galería Municipal Pancho Fierro espacio que dio nuevos bríos a la relación entre el gobierno de la ciudad y la actividad artística. La flamante sala ofrecía no solo un espacio adicional de exhibición, sino además la oportunidad de incrementar los fondos de la Pinacoteca Ignacio Merino a través de las donaciones que, con cierta frecuencia, efectuaban los artistas al momento de clausurar sus respectivas exposiciones.
Durante ese mismo periodo se produjeron adquisiciones finales como el Retrato de Ignacio Merino, atribuido a Francisco Laso; El último abencerraje de Ignacio Merino y el Paisaje de las montañas de Suiza de Daniel Hernández.
Posteriormente, a lo largo de la siguiente década, ingresaron cuadros de cierto interés como Llama y montaña de Julia Codesio, una Composición de Macedonio de la Torre y la conocida vista limeña de la Plazuela de Santo Domingo de Víctor Humareda.
En la década de 1970, durante el gobierno militar, la colección municipal fue desplazada del espacio independiente del Palacio de la Exposición. Fue guardada en depósitos ubicados en distintas oficinas sin el resguardo respectivo. Con ello, quedaron para la memoria obras como el Autorretrato de Daniel Hernández, Salamanca de Enrique Domingo Barreda y El niño de Ángel Chávez.
A inicios del nuevo milenio, la gestión municipal decide el reordenamiento de la Pinacoteca Municipal a partir de la verificación física de sus inventarios, del análisis comparativo, del diagnóstico de su acervo documental, del tratamiento y cuidado de la colección así como de la remodelación de su infraestructura. Para ello ha sido necesario el apoyo de especialistas, alianzas estratégicas y publicación de documentos. Desde entonces, las labores de protección y difusión del patrimonio artístico han demandado un riguroso trabajo y compromiso para su puesta en valor.
