Hoy presentan libro “El valle de la muerte”
Publicado el 16/04/19
Escrita por los periodistas José Arrieta Matos y Víctor Tipe Sánchez
El exministro de Defensa Ántero Flores-Aráoz, el ex procurador anticorrupción Julio Arbizu y el periodista Nicolás Lúcar presentan hoy el libro “El valle de la muerte. Las masacres ocultas de Sendero Luminoso en el Vraem”, que relata crímenes hasta ahora desconocidos del grupo maoísta desde la década de los 80 hasta la actualidad.
La obra, escrita por los periodistas José Arrieta Matos y Víctor Tipe Sánchez, recoge los testimonios de una veintena de personas que fueron secuestradas por Sendero a lo largo de más de dos décadas y permanecieron en las profundidades de la selva central en condiciones de esclavitud.
Una de las revelaciones más saltantes del libro es la matanza de Etzioniari, en el distrito de San Martín de Pangoa, Satipo, donde Sendero asesinó a más de 300 personas, entre niños, mujeres y ancianos, en lo que constituye una de las mayores masacres de la época de la violencia subversiva en el Perú.
El horrendo hecho ocurrió el 28 de julio de 1993, día de la Independencia del Perú, y permaneció oculto durante décadas, y ni siquiera la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) lo consignó en su extenso informe final difundido en agosto del 2003.
De acuerdo con el testimonio de los sobrevivientes, más de 400 senderistas irrumpieron en el poblado asháninka a las seis de la mañana y sorprendieron a la población, que se aprestaba a iniciar sus labores cotidianas.
Los hombres de la comunidad montaron una defensa que soportó la ofensiva por más de seis horas, defendiéndose solo con lanzas y flechas. Al final sucumbieron ante el poderío bélico y el número mayor de atacantes.
Los senderistas aniquilaron a los heridos y revisaron todas las chozas en busca de sobrevivientes. A los niños que encontraron los ataron, los encerraron en una choza y los quemaron, según el relato de quienes pudieron escapar internándose en el bosque.
Uno de los testigos de aquella masacre es Jesús Priori, actual jefe de la comunidad, enclavada en un valle ubicado en el distrito San Martín de Pangoa, donde hoy viven unas 300 personas.
En la selva central, decenas de comunidades de nativos y de colonos fueron arrastrados por los senderistas a finales de la década de los 80 como parte de su estrategia política y luego retenidos a la fuerza durante décadas. Los cautivos vivieron en campamentos precarios que eran verdaderos campos de concentración.
Sendero cometió toda clase de abusos contra esta gente pacífica conformada por nativos y colonos. Violó a las mujeres, esclavizó a jóvenes, adultos, ancianos y niños, y asesinó a cientos de personas por razones inimaginables.
Muchos fallecieron, también, producto de las enfermedades y la desnutrición que campeaban en estos campamentos precarios, donde se alimentaban con insectos, sopas de hierbas sin sal y restos de los alimentos de los mandos senderistas, según el testimonio de los excautivos que fueron entrevistados por los dos periodistas.
El libro, que tiene un anexo de fotografías, es presentado hoy en el auditorio de la municipalidad de Miraflores (av. Larco 400); a las 19:00 horas.
