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BLANCA VARELA

Publicado el 09/08/20

BLANCA VARELAConsiderada una d las mejores poetas en América Latina, Blanca Leonor Varela Gonzales nació en Lima el 10 de agosto de 1926.

Ingresó y estudió Letras y Educación en la Universidad de San Marcos, donde conoció a Sebastián Salazar Bondy, Javier Sologuren, Jorge Eduardo Eielson, Francisco Bendezú y al pintor Fernando de Szyszlo, quien luego sería su esposo.También conoció poetas como César Moro, Emilio Adolfo Westphalen y Manuel Moreno Jimeno, quienes la iniciaron en la tradición surrealista y en otras vanguardias, presentes en una parte de su obra.

En 1949 viajó a París, ciudad en la que residió algunos años; conoció allí de primera mano el movimiento existencialista francés y demás posturas estéticas de la posguerra. También vivió algunos años en México, dirigiendo la sucursal peruana del Fondo de Cultura Económica de ese país.

Desde 1960 residió casi permanentemente en su ciudad natal, con contactos muy esporádicos con el ambiente literario. Colaboró en la revista Oiga de Lima, en la que escribió críticas de cine con el seudónimo de Cosme, y fue miembro del comité de redacción de la revista Amaru (1967-71), dirigida por Adolfo Westphalen. En 1996 recibió la Medalla Internacional Gabriela Mistral, otorgada por el gobierno chileno a personalidades destacadas de la cultura.

A los treinta y tres años, y luego de algunas pocas colaboraciones en revistas, publicó a insistencia del escritor mexicano Octavio Paz su primer poemario con el título Ese puerto existe (1959), con prólogo del mismo Paz. En este libro se encuentran poemas de influencia surrealista que la escritora suprimió en ediciones posteriores, como los de la primera sección, denominada “El fuego y sus jardines”, posiblemente por considerar que no se ajustaban a su lenguaje poético posterior.

Posteriormente publicó los poemarios Luz de día (1963), Valses y otras falsas confesiones (1972), Ejercicios materiales (1993), El libro de barro (1993) y Concierto animal (1999). De las varias recopilaciones de su poesía, merecen mencionarse Canto villano (1996) y Como Dios en la nada (1999). En 2001 fue distinguida con el Premio Octavio Paz de Poesía y Ensayo, y en 2006 con el Premio Internacional de Poesía García Lorca. Recibió también los premios poesía Ciudad de Granada (2006) y Reina Sofía (2007).

Octavio Paz escribió sobre su obra: “Blanca Varela es una poeta que no se complace con su canto. Con el instinto del verdadero poeta, sabe callarse a tiempo. Su poesía no explica ni razona. Tampoco es una confidencia. Es un signo, un conjuro frente, contra y hacia el mundo, una piedra negra tatuada por el fuego y la sal, el amor, el tiempo y la soledad. Y, también, una exploración de la propia conciencia”.

Blanca Varela falleció el 12 de marzo de 2009.

 

Obras

  • Ese puerto existe.1959
  • [Luz de día (poemario)1963
  • Valses y otras falsas confesiones.1971
  • Ejercicios materiales.
  • El libro de barro.1993
  • Concierto animal.
  • Canto Villano.(Su primera recopilación fundamental) 1978
  • Poesía escogida.
  • Como Dios en la nada.Se trata de su antología de 1949 a 1988.
  • Donde todo termina abre las alas.(Poesía reunida)1 1949 – 2000
  • El falso teclado.2000
  • secretos de familia

Premios

 

Obtuvo el Premio Octavio Paz de Poesía y Ensayo en el año 2001

En octubre de 2006 se convirtió en la primera mujer que gana el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca, dotado entonces con 50.000 Euro|€.

Durante la ceremonia de entrega del premio antes dicho, el 10 de mayo de 2007, en el palacete del Ayuntamiento de Granada, se anuncia que Blanca Varela gana la XVI edición del [[Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, dotado con 42.100 Euro|€, convocado conjuntamente por el Patrimonio Nacional de España y la Universidad de Salamanca.

 

SELECCIÓN DE POEMAS

 

 

A media voz

la lentitud es belleza
copio estas líneas ajenas
respiro
acepto la luz
bajo el aire ralo de noviembre
bajo la hierba
sin color
bajo el cielo cascado
y gris
acepto el duelo y la fiesta
no he llegado
no llegaré jamás
en el centro de todo
esta el poema intacto
sol ineludible
noche sin volver la cabeza
merodeo su luz
su sombra animal
de palabras
husmeo su esplendor
su huella
sus restos
todo para decir
que alguna vez
estuve atenta
desarmada

sola casi
en la muerte
casi en el fuego

Curriculum vitae

digamos que ganaste la carrera
y que el premio
era otra carrera
que no bebiste el vino de la victoria
sino tu propia sal
que jamás escuchaste vítores
sino ladridos de perros
y que tu sombra
tu propia sombra
fue tu única
y desleal competidora.

Canto villano

y de pronto la vida
en mi plato de pobre
un magro trozo de celeste cerdo
aquí en mi plato
observarme
observarte
o matar una mosca sin malicia
aniquilar la luz
o hacerla
hacerla
como quien abre los ojos y elige
un cielo rebosante
en el plato vacío
rubens más cebollas
más lágrimas
tantas historias
negros indigeribles milagros
y la estrella de oriente
emparedada
y el huesos del amor
tan roído y tan duro
brillando en otro plato
este hambre propio
existe
es la gana del alma
que es el cuerpo
es la rosa de grasa
que envejece
en su cielo de carne
mea culpa ojo turbio
mea culpa negro bocado
mea culpa divina náusea
no hay otro aquí
en este plato vacío
sino yo
devorando mis ojos
y los tuyos

Casa de cuervos

porque te alimenté con esta realidad
mal cocida
por tantas y tan pobres flores del mal
por este absurdo vuelo a ras de pantano
ego te absolvo de mí
laberinto hijo mío

no es tuya la culpa
ni mía
pobre pequeño mío
del que hice este impecable retrato
forzando la oscuridad del día
párpados de miel
y la mejilla constelada
cerrada a cualquier roce
y la hermosísima distancia
de tu cuerpo
tu náusea es mía
la heredaste como heredan los peces
la asfixia
y el color de tus ojos
es también el color de mi ceguera
bajo el que sombras tejen
sombras y tentaciones
y es mía también la huella
de tu talón estrecho
de arcángel
apenas pasado en la entreabierta ventana
y nuestra
para siempre
la música extranjera
de los cielos batientes
ahora leoncillo
encarnación de mi amor
juegas con mis huesos
y te ocultas entre tu belleza
ciego sordo irredento
casi saciado y libre
con tu sangre que ya no deja lugar
para nada ni nadie

aquí me tienes como siempre
dispuesta a la sorpresa
de tus pasos
a todas las primaveras que inventas
y destruyes
a tenderme nada infinita
sobre el mundo
hierba ceniza peste fuego
a lo que quieras por una mirada tuya
que ilumine mis restos
porque así es este amor
que nada comprende
y nada puede
bebes el filtro y te duermes
en ese abismo lleno de ti
música que no ves
colores dichos
largamente explicados al silencio
mezclados como se mezclan los sueños
hasta ese torpe gris
que es despertar
en la gran palma de dios
calva vacía sin extremos
y allí te encuentras
sola y perdida en tu alma
sin más obstáculo que tu cuerpo
sin más puerta que tu cuerpo
así este amor
uno solo y el mismo
con tantos nombres
que a ninguno responde
y tú mirándome
como si no me conocieras
marchándote
como se va la luz del mundo
sin promesas
y otra vez este prado
este prado de negro fuego abandonado
otra vez esta casa vacía
que es mi cuerpo
a donde no has de volver

Fútbol

juega con la tierra
como con una pelota

báilala
estréllala
reviéntala

no es sino eso la tierra
tú en el jardín
mi guardavalla mi espantapájaros
mi atila mi niño

la tierra entre tus pies
gira como nunca
prodigiosamente bella

Destiempo

I
Se fue el día,
las escamas del sueño giran.
Todo desciende,
la noche es el tedio.
En el desierto, a oscuras,
temerosa del amor
la ostra llora a solas.

Caen las lívidas hojas de tu frente,
Te alejas, negra burbuja sin destino.
Se abren súbitamente mil calles,
arrecifes en llamas retienen tu cuerpo
helado como una lágrima,
nada te hiere,
el coral clava su garra en tu sombra,
tu sangre se desliza,
inunda praderas,
salta de las ventanas
como un rojo sonido
y todo esto no es sino el otoño.

II
El rayo ha perfumado
ferozmente nuestra casa.
Tenemos sed, tenemos prisa
por golpear con el hueso
de una flor en la tiniebla.
Hay un árbol talado en esta historia.
Contemplamos el cielo.
No hay señales.
Es de día
Es de noche
Murió la araña que media el tiempo,
Sólo hay un viejo muro
y una nueva familia
De sombras.

Toda la palidez inexplicable
es el recuerdo.
Travesía de muralla a muralla,
El abismo es el párpado,
Allí naufraga el mundo
Arrasado por una lágrima.

Despierto.
Primera isla de la conciencia:
un árbol.
El temor inventa el vuelo.
El desierto familiar me acoge.

Diálogo

Él abre la boca
es roja por dentro
ella abre los ojos
su córnea es blanca
como la luna

se está quieta
la córnea luna
iluminando apenas
la bienamada encía

adentro
con silencio
a boca cerrada
a oscuras
habitan ambos

Strip-tease

Quítate el sombrero
si lo tienes
quítate el pelo
que te abandona
quítate la piel
las tripas los ojos
y ponte un alma
si la encuentras

Morir cada día un poco más

morir cada día un poco más
recortarse las uñas
el pelo
los deseos
aprender a pensar en lo pequeño
y en lo inmenso
en las estrellas más lejanas
e inmóviles
en el cielo
manchado como un animal que huye
en el cielo
espantado por mi

La lección

 

Como una moneda
te apretaré entre mis manos
y todas las puertas cederán
y lo veré todo y la sorpresa
no quemará mi lengua
y comprenderé entonces
el crecimiento de las plantas
y el cambio de pelaje
en las pequeñas crías.
Hallaré la señal
y la caída de los astros me probará
la existencia de otros caminos
y que cada movimiento engendra dos criaturas,
una abatida y otra triunfante,
y en cada mirada morirá la apariencia y desnudo
y bello te arrojará la fábrica entre nosotros.

Así debe ser

Así debe ser el rostro de dios
el cielo rabiosamente cruzado
por nubes grises, violetas
y naranjas
y su voz
el mar de abajo
diciendo siempre lo mismo
tan monótono
tan monótono
como el primer
y el último día

Escena final

He dejado la puerta entreabierta
soy un animal que no se resigna
a morir la eternidad
es la oscura bisagra que cede
un pequeño ruido en la noche
de la carne
soy la isla que avanza sostenida
por la muerte o una ciudad
ferozmente cercada
por la vida
o tal vez no soy nada
sólo el insomnio
y la brillante indiferencia de los astros desierto destino inexorable el sol de los vivos se levanta reconozco esa puerta no hay otra hielo primaveral y una espina de sangre en el ojo de la rosa.

Una ventana

Vuelvo a contar mis dedos.
(La flor helada, la desconocida cabeza que
me acecha se descuelga y da voces),
yo miro las paredes y sus frutos redondos y veloces,
hago cálculos, sumo piedras, cenizas, nubes
y árboles que persiguen a los hombres
y perlas arrancadas de malignos estanques
o de negros pulmones sepultados
y horriblemente vivos.

La araña que desciende a paso humano me conoce,
dueña es de un rincón de mi rostro,
allá anida, allí canta hinchada y dulce
entre su seda verde y sus racimos.
Afuera, región donde la noche crece,
yo le temo,
donde la noche crece y cae en gruesas gotas,
en mortales relámpagos.
Afuera, el pesado aliento del buey,
la vieja fiebre de alas rojas,
la noche que cae
como un resorte oscuro sobre un pecho.

Juego amoroso

Las manos a la altura del aire
a dos o tres centímetros del vacío
no se mirará nada preciso
la polvareda que pasa
el inesperado cortejo de plumas
arrancadas al vuelo
la nubecilla rosada y tonta
que ya no es
el cierraojos y el ábrelos
en la breve opacidad
de una luz que no se ve
y el sueño pies de goma
y azules y brillantes
las estrellas
rientes
párpado sobre párpado
labio contra labio
piel demorada sobre otra
llagada y reluciente
hogueras
eso haremos a solas

Ejercicios

Un poema
como una gran batalla
me arroja en esta arena
sin más enemigo que yo
yo y el gran aire
de las palabras

Visitación

Dejé al demonio encerrado
en un cajón
en su pequeño lecho de crespón

afuera el ángel vuela
toca la puerta
espera

en una mano la rima
como una lágrima
en la otra el silencio
como una espada

échame de mi cuerpo
son las doce
sin sol ni estrellas

Fuente

Junto al pozo llegué,
mi ojo pequeño y triste
se hizo hondo, interior.

Estuve junto a mí,
llena de mí, ascendente y profunda,
mi alma contra mí,
golpeando mi piel,
hundiéndola en el aire,
hasta el fin.

La oscura charca abierta por la luz.

Éramos una sola criatura,
perfecta, ilimitada,
sin extremos para que el amor pudiera asirse.
Sin nidos y sin tierra para el mando

Lady’s Journal

El ratón te contempla extasiado
la araña no se atreve a descender ni un
milímetro más sobre la tierra
el café es un espectro azul sobre
la hornilla
dispuesto a desaparecer siempre

oh sí querida mía
son las siete de la mañana
levántate muchacha
recoge tu pelo en la fotografía
descubre tu frente tu sonrisa
sonríe al lado del niño que se
te parece

oh sí lo haces como puedes
y eres idéntica a la felicidad
que jamás envejece

quédate quieta
allí en ese paraíso
al lado del niño que se te parece
son la siete de la mañana
es la hora perfecta para comenzar
a soñar
el café será eterno
y el sol eterno
si no te mueves

si no despiertas
si no volteas la página
en tu pequeña cocina
frente a la ventana

Visitación

Dejé al demonio encerrado
en un cajón
en su pequeño lecho de crespón

afuera el ángel vuela
toca la puerta
espera

en una mano la rima
como una lágrima
en la otra el silencio
como una espada

échame de mi cuerpo
son las doce
sin sol ni estrellas



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