DITORIAL DE LAMPADIA
Como puede apreciarse en los documentos que forman parte de nuestra biblioteca virtual: Recursos Naturales y Desarrollo, los anti-mineros vienen agudizando las contradicciones alrededor del proyecto de Las Bambas, propiciando una crisis que lamentablemente pasa por la muerte de Quintino Cereceda y las graves lesiones de 20 policÃas, de los cuales uno de ellos corre el riesgo de perder la vista.
Como en polÃtica no hay casualidades, tenemos que pensar que los anti-mineros han aprovechado un momento de debilidad del gobierno para dar su suerte de golpe estratégico. En efecto, a través de la acción directa de algunos comuneros, organizaron la ocupación de una carretera haciendo zanjas profundas, como puede verse en la siguiente foto.
Esto es un delito que no deberÃa haberse permitido. Sin embargo, luego de un par de dÃas, la policÃa dispone la reparación de la carretera, ocasión aprovechada por los violentistas para atacarlos agresivamente. Otro delito.
IncreÃblemente, el Ministro del Interior, Carlos BasombrÃo, acusa a los mandos policiales de haber efectuado una acción inconsulta y no asume ninguna responsabilidad. En nuestra opinión, el Ministro tiene, por lo menos, una importante responsabilidad por omisión. Él sabÃa perfectamente que el estallido de una crisis era inminente y no tomó las precauciones necesarias. Igualmente, el Presidente de la República, don Pedro Pablo Kuczynski, no aprovechó su perÃodo de gracia para explicarle a la población los beneficios de la inversión minera y, su ministro de EnergÃa y Minas, Gonzalo Tamayo, se limitó a hablar de las cotizaciones y decir que la inversión minera se recuperarÃa paulatinamente desde mediados del 2018. Peor aún, el recientemente nombrado, Jefe de la Oficina Nacional de Diálogo y Sostenibilidad, Rolando Luque, dice que “en el 90% de los casos hay razones para protestar. No se trata de razones polÃticas o ideológicas o de que detrás hay un proyecto o un lÃder que está manipulando”, tal como  reportamos hoy en: ¿Renuncia el gobierno a reactivar la minerÃa?
Estos conflictos tienen una cuidadosa preparación. Un colaborador de la casa nos hacÃa notar, que como en algún otro caso, hasta podrÃa ser que la policÃa haya actuado en combinación con los anti-mineros para propiciar la crisis. Evidentemente, a estas alturas no sabemos exactamente como se dieron los distintos elementos, pero sà sabemos que el libreto o el manual anti-minero ha sido seguido al pie de la letra.
Lamentablemente, el paÃs se ha dejado estar y los relatos que presentan estos disturbios en papel celofán han percolado por calles y plazas.
Todos los temas planteados para justificar el conflicto y su exacerbación son perfectamente capaces de ser analizados con transparencia y sensatez. Pero no parece haber buena voluntad para que el diálogo se dé entre gente que debe ver cómo hacer de estos valiosos proyectos lo mejor para todos. Algo que, insistimos, con buena voluntad, está al alcance de nuestras manos.
Invocamos al gobierno que explique al paÃs la importancia del proyecto de Las Bambas, lo que significa para la economÃa y la reducción de la pobreza, la inversión minera y que exija la inmediata paralización de todas las acciones de fuerza para hacer una agenda de diálogo consecuente con la realidad y el bienestar de los peruanos, empezando, por supuesto, por los pobladores de ApurÃmac para quienes hay que continuar la senda de progreso que han tenido desde el inicio del proyecto.
Sr. Presidente de la República, ya enfrentó adecuadamente la crisis de moralidad. Esperamos lo mismo en el caso de las Bambas.  Lampadia