Jueves, 25 de Abril del 2024
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“NO ES JUEGO DE NIÑOS: Niños en el holocausto, creatividad y juego”

Publicado el 05/04/16

Galería ICPNA San Miguel (Av. La marina 2469)

Abierta al público hasta el 16 de abril.

Aproximadamente un millón y medio de los seis millones de judíos asesinados durante el Holocausto fueron niños. La exhibición fotográfica “No es juego de niños: niños en el holocausto, creatividad y juego” organizada por la Embajada de Israel, cuenta la historia de la sobrevivencia – la lucha de estos niños para aferrarse a la vida.

Describe sus intentos de mantener su niñez y juventud, a pesar de que tomaron sobre sí mismos funciones adicionales continuaron siendo niños como otros, jugaron, rieron, expresaron sus miedos, sus esperanzas y fueron creativos, para ellos mismos, de una realidad diferente de la que los rodeaba. En muchos casos se convirtieron en mantenedores de familia y brindaron a sus padres el estímulo de continuar su lucha diaria por sobrevivir.

En el marco de esta exposición, Irene Shashar, una sobreviviente del holocausto brindará su testimonio. La cita es el jueves 7 de abril a las 7.00 p.m. en la Galería ICPNA San Miguel (Av. La Marina 2469). La muestra está abierta al público hasta el 16 de abril. De lunes a sábado de 11:00 a.m. a 8:00 p.m. Ingreso libre.

SOBREVIVIENTE DEL HOLOCAUSTO

Irene Shashar, tenía solo un año cuando el blitzkrieg nazi arrasó Polonia el 1 de setiembre de 1939. Su nombre era Irene Lewkowicz Kirszenbeg y fue llevada junto a su madre Helena al ghetto de Varsovia. Sobrevivió junto a su madre durante 6 años, viviendo en cubículos y armarios hasta que un día lograron escapar por el desagüe del ghetto.

Pudieron llegar a Francia y su madre Helena Lewkowicz la llevó al pueblo de Andrésy y la puso en el orfelinato Le Manoir de Denouval, a 50 km al oeste de París.  Irene fue la única niña polaca entre los huérfanos franceses. Allí aprendió a leer y escribir y en 1948, cuando Elena tenía 10 años, su madre murió de un ataque al corazón. Irene dice que el único propósito de su madre, fue salvarle la vida.

En julio de 1948, alguien más decidió salvarle la vida. Esta vez fue su tío abuelo Isaak Topilsky, cuyo hijo Michel vivía con cierta comodidad junto a su nuera Felicia, prima hermana de su  madre Helena. Ellos también eran sobrevivientes del Holocausto. El tío abuelo decidió viajar al Perú trayendo a Irene con ella y es así como se crió en la calle Prescott 236, en San Isidro, Lima. Don Isaak Topilsky, falleció el 12 de abril de 1954.

Irene se graduó en el primer puesto de la primera promoción del Colegio León Pinelo y posteriormente estudió lingüística en la Universidad de Nueva York y, finalmente, decidió viajar a Israel donde pensó quedarse por un corto tiempo, sin embargo, se permaneció allí durante cuarenta años. Allí se casó, tuvo dos hijos y se convirtió en profesora de la Universidad Hebrea de Jerusalem.

Años más tarde, viajó a Polonia con su hija y descubrió que su certificado de nacimiento había desaparecido junto al de miles de personas. Irene dice: “Me siento orgullosa de haber sobrevivido. Mis hijos no tuvieron abuelos, por eso yo me siento feliz de tenerlos. Ellos son la tercera generación y es la prueba de que vencimos al régimen nazi”.



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