La Sala Plena de la Corte Constitucional de Colombia aprobó este jueves el matrimonio entre personas del mismo sexo tras estudiar cuatro tutelas de varios activistas de la comunidad LGBTI (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales).
Del lado conservador de la Corte, el magistrado Jorge Pretelt sostenía que ese vínculo no se puede llamar matrimonio, ya que solo aplica para la unión entre hombres y mujeres, por lo que cambiar la denominación correspondería al Congreso.
La Sala Plena rechazó la ponencia por seis votos contra seis. Con ello reconoció el matrimonio civil, una nueva denominación que antes le fue negada a la comunidad LGTBI en Colombia y estaban sometidos a tener la figura de unión solemne, que tenía vacíos legales.
Con esta decisión, la Corte extiende la figura de matrimonio a todos los géneros en Colombia. Esto quiere decir que ningún notario o juez podrá negarse a celebrar ese tipo de uniones bajo la nueva denominación.
— El camino para el matrimonio igualitario en Colombia —
En una sentencia del 2011 la Sala Plena de la Corte exhortó al Congreso para que regulara las uniones gays y le dio un plazo de dos años al legislativo para hacerlo. En ese fallo señaló que, si en ese periodo el legislativo no regulaba el tema, las parejas homosexuales podían acudir ante un notario o juez para formalizar su vínculo con un contrato de unión solemne.
Pero la Corte recibió varias demandas de representantes de esa comunidad que pedían que el vínculo se llame matrimonio, afirmando que darle un nombre distinto es discriminatorio.
Según Luis Felipe Rodríguez Rodas, el primer activista que presentó una tutela pidiendo que esta unión se llame matrimonio, lo que se pretende es que a los gays se les reconozca el matrimonio civil.
“Lo que hace la unión solemne es crear una figura jurídica que no existe en Colombia ni en ninguna parte del mundo. Nos da a las parejas gais un estado civil de solemnizados. Nosotros desconocemos esa figura porque es una manera diplomática de discriminar”, le dijo a El Tiempo en un entrevista del año pasado.
Rodríguez decidió interponer una tutela luego de que intentó, sin éxito, que la unión que buscaba con su pareja se reconociera como matrimonio y no como una unión solemne.
Como el notario se negó a casarlos, presentaron una tutela ante el juzgado 11 civil de Cali, quien falló a su favor, pero el notario apeló reiterando que no realizaría la unión en los términos de matrimonio. Luego hubo otra decisión del juzgado cuarto civil de Cali, que les negó el derecho, y el caso terminó en la Corte Constitucional desde junio del 2013.
Esa tutela fue acumulada a las de otros ciudadanos, casos que son estudiados por la citada Corte.
Rodríguez asegura que la unión solemne tiene en un limbo jurídico a las parejas del mismo sexo, pues les da “un estado civil de solemnizados, algo que no está en el marco jurídico colombiano. Esto significa que cuando pretendamos, por ejemplo, un subsidio de vivienda familiar o algún reconocimiento de beneficios del Estado no vamos a poder acceder, porque la unión solemne no está reconocida como tal”.
