Debido al estado de efervescencia delincuencial en el país, se ha planteado al presidente Humala que -en el uso de sus facultades- agende la ratificación del Tratado de Comercio de Armas para combatir a este flagelo social, y además de ello, por representar un peligro para la región con el mercado negro de armas y artefactos. El pedido lo realizó la Dra. Ana María Watson, a su retorno de la ONU, en Ginebra.

“Cada día nos sobresaltan las noticias sobre el problema de la inseguridad ciudadana, asaltos, robos, violaciones, extorsiones, muertes, etc., todos generados por el desarrollo de la delincuencia armada, olvidando que la solución está en manos de las mismas autoridades”, anota Watson en una misiva dirigida al presidente.

En la misma carta se explica que la paz, la seguridad y la estabilidad en el ámbito regional está muy vinculada -ya que existe un mercado negro que trasciende las fronteras- por lo cual es importante sostener una cooperación y gestión responsable como Estados parte del Tratado Internacional del Comercio de Armas.

Ana María Watson, se dirigió al jefe de Estado luego de participar la semana pasada en Ginebra -durante la Sesión Anual del Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas- donde presentó el informe de la sociedad civil sobre el estado de la adolescencia y la niñez en el Perú. “La población más indefensa y la que constituye el futuro del país está cada vez más expuesta a la violencia armada en nuestras sociedades”, dijo.

Asimismo, cuestionó el desinterés de los congresistas respecto a la ratificación del tratado, ya que podrían haber evitado muchas muertes y atentados contra la vida y salud de muchos peruanos, si se contara con un sistema que vigile y controle eficientemente todos los movimientos relacionados con el uso de armas.