Viernes, 19 de Abril del 2024
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La crisis libia y el nuevo atentado en Alemania

Publicado el 07/03/11

En momentos en los cuales las potencias occidentales exigen la caída del dictador nacionalista libio Gadafi y de que contemplan utilizar a sus fuerzas armadas para impedir que vuelen los gobiernos de dicha nación sobre su propio territorio e incluso armar a sus opositores, se produce un atentado contra un bus que traía militares estadounidenses en el aeropuerto de Frankfurt.

Aún no queda claro quién está detrás del joven musulmán germano-kosovar que en la tarde del miércoles 2 de marzo mató a dos soldados norteamericanos e hirió a otros dos. Los uniformados aparentemente estaban viajando entre Inglaterra y una de las tantas bases que EE.UU. tiene en Alemania (en las que hay unos 50,000 efectivos suyos, muchos de los cuales se emplean directamente en las guerras de Irak y Afganistán, y quienes podrían ser destacados en operaciones sobre Libia).

Éste es el peor ataque que han sufrido tropas norteamericanas en Alemania desde el 5 de abril de 1986, cuando una bomba estalló en una discoteca de Berlín frecuentada por soldados de EE.UU.; en el ataque, dos sargentos de ese país y una mujer turca fueron asesinados, mientras que se hirió a unas 230 personas (dentro de ellos, unos 50 uniformados).

A la embajada libia de la entonces Alemania oriental se le acusó de haber tramado dicha acción en represalia a los bombardeos que su país había sufrido por parte de los EE.UU. unos días antes. Las tensiones entre ambos países se habían agudizado en los meses previos, luego de que Washington acusó a Trípoli de estar involucrada en el secuestro de un Boeing de la TWA (hoy parte de American Airlines) el 14 de junio de 1985 y luego de los ataques a aeropuertos de Viena y Roma el 27 de diciembre.

Diez días después de la explosión de la referida discoteca, Reagan bombardeó lugares donde debía estar Gadafi y su familia, quienes se escaparon gracias a alertas de los gobiernos de Italia o Malta. Tras esa cadena de hostilidades, EE.UU. y Libia acordaron una paz en Agosto 1988, mediante la cual el primero reconocía la soberanía del segundo mientras que Gadafi pagó $1,500 millones para compensar a las víctimas de esos atentados más los de otro avión civil de TWA que estalló en Escocia en 1988.

A partir de entonces, Libia empezó a dejar de ser considerada como ‘patrocinador del terrorismo’ para transformarse en uno de los aliados de Occidente contra Al Qaeda.

En cuanto al atentado de Frankfurt, los analistas tienden a buscar sus causales, no tanto en Gadafi, sino en Al Qaeda, quien estaría buscando pescar en río revuelto en medio de la guerra civil libia y en la oposición que hay dentro del mundo musulmán contra más sanciones o intervenciones occidentales sobre ese país.

Un elemento que también llama la atención es que el atacante sea un kosovar, pues ésta ha sido la nación musulmana que más ha apoyado a las tropas estadounidenses.

Los llamados de Cameron y otros gobernantes de la OTAN a enviar aviones o tropas a Libia podrían conducir a nuevos ataques terroristas contra sus países, a la par que le darían a Gadafi un motivo para abanderarse como un símbolo de ‘resistencia nacional antiimperialista’.



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