El primer ministro de Italia calificó de “vergüenza” estas movilizaciones y llamó “subversivas” a las mujeres que participaron de esta jornada en defensa de la dignidad femenina.

“Son movilizaciones subversivas, partidistas, contra mi persona e impulsadas por una izquierda que utiliza cualquier medio para intentar vencer a un adversario al que no tienen modo de derrotar en las urnas”, dijo Silvio Berlusconi. Y agregó: “Todas las mujeres que me han conocido saben con cuánta consideración y respeto me relaciono con ellas”. “Siempre he intentado que toda mujer se sienta especial”, añadió.

Incluso, se deshizo en elogios al sexo opuesto: “[Las mujeres] han sido siempre mejores en la escuela, son más inteligentes y están más preparadas, son más responsables y llegan a la solución de los problemas sin tantos rodeos”.

El 9 de febrero pasado, la fiscalía de Milán reclamó la comparecencia inmediata del premier por prostitución de menores.

Sin embargo, las mujeres que se convocaron en las plazas de Roma, Milán, Génova, Turín, Palermo, Madrid, París y Barcelona, entre 230 ciudades en total, no parecen pensar lo mismo, en vista no sólo de los escándalos sexuales en que se visto envuelto el jefe de Gobierno, sino también sus continuos comentarios sexistas, la promoción de sus amigas a ministerios -Mara Carfagna, participante del concurso Miss Italia en un canal de Berlusconi, fue nombrada ministra de la Igualdad-, la inclusión de ex vedettes en las listas de candidatos al Parlamento y la imagen de incansable Don Juan que se empeña en promover continuamente.

“Es una propuesta irrealizable, replicó el Premier. No he traicionado el mandato electoral, no he saboteado el Gobierno y las reformas y no he usado mi rol institucional para urdir complots y vuelcos políticos”. Esta última fue una alusión a Fini, que ayer presidió el acto de constitución como nuevo partido de su grupo parlamentario, Futuro y Libertad para Italia (FLI).