Los cetáceos fueron encontrados por un grupo de excursionistas que paseaban por la bahÃa Mason, en la Isla Sur.
Cerca de la mitad de las ballenas piloto habÃan fallecido por asfixia cuando llegaron los equipos de rescate, que decidieron sacrificar al resto al percatarse que no podrÃan salvar a las que estaban agonizando.
Los cientÃficos desconocen la razón por la que ocurre este fenómeno y barajan la posibilidad de que estos animales son atraÃdos por los sonares de grandes buques o siguen a un ejemplar guÃa desorientado por alguna enfermedad.