WASHINGTON. Los pedidos iniciales de beneficios por desempleo aumentaron la semana pasada a su nivel más alto desde abril, señal de que la contratación de trabajadores sigue siendo débil y algunas compañÃas continúan con los despidos.
Por otra parte, las solicitudes de préstamos para el consumo cayeron en junio por quinto mes consecutivo a medida que los hogares siguieron restringiendo el uso de las tarjetas de crédito.
El Departamento de Trabajo informó el jueves que los nuevos pedidos de seguros de desempleo aumentaron en 19.000 a 479.000, cifra ajustada por estacionalidad. Los analistas habÃan pronosticado una leve caÃda.
Sin embargo, el presidente Barack Obama prefirió enfocarse en que las empresas privadas sumaron un total neto de 71.000 empleos en julio, según el Departamento de Trabajo.
Obama dijo que el hecho de que la economÃa haya creado empleos siete meses seguidos es una buena señal, aunque reconoció que el avance “tiene que venir más rápido”. El total de nuevos empleos quedó muy por debajo de los 200.000 mensuales que hacen falta para reducir la tasa de desempleo.
El aumento de los reclamos de desempleo se debió en parte a los problemas que tuvo el gobierno para ajustar las estadÃsticas a factores de estacionalidad.
Con todo, el aumento de los reclamos es un aviso de que mayores ganancias empresariales y la lentitud del repunte económico no han animado a las empresas a aumentar de forma notable sus plantillas.
“El incesante flujo de despidos es una muestra evidente que disipa cualquier creencia de que las empresas se sientan más cómodas con el tamaño de sus plantillas laborales”, comentó el economista Pierre Ellis, de la firma Decision Economics, en una nota dirigida a sus clientes.
Obama prefirió ver el lado positivo de los anuncios económicos del dÃa durante una visita a una pequeña compañÃa de cartelerÃa en Washington que ha contratado nuevos empleados. Destacó que el paÃs está creando empleos de manera constante en lugar de perderlos, pero que los trabajadores necesitan que la mejora se acelere, y pidió al Congreso que tome más medidas para ayudar a las empresas chicas.
Por otra parte, los grandes descuentos en saldos del verano y el calor impulsaron a los compradores a acudir a los centros comerciales en julio, pero las ganancias de los minoristas fueron modestas ante la renuencia de los consumidores a gastar su dinero.
El bajo gasto genera temores ante la inminencia de la temporada de regreso a la escuela, ya que los estadounidenses prefieren ahorrar en medio de una recuperación económica estancada.
Con respecto al crédito, la Reserva Federal dijo que los préstamos cayeron a una tasa anual de 1.300 millones de dólares en junio.
El uso de tarjetas de crédito cayó por 21er mes consecutivo, compensando un aumento en las solicitudes de préstamos para autos.
La baja, y la consiguiente reducción en el gasto de consumo, han significado un pesado lastre para la economÃa.