Moscú, una metrópolis de más de 10 millones de personas, lleva sufriendo el intenso calor desde el pasado junio, con unas temperaturas diarias cerca de los 40 grados.
La crisis ha arruinado una tercera parte del cultivo de cereal en Rusia, reducido el crecimiento económico de este año y matado a al menos 54 personas en los incendios. El calor disminuyó el martes.
Citando un informe del registro civil de Moscú, Boris Revich, un investigador en ecologÃa y demografÃa de la Academia de las Ciencias de Rusia, dijo que 5.850 moscovitas más habÃan fallecido en julio pasado, frente al mismo dato del año anterior.
Revich afirmó que creÃa que la gran mayorÃa de estas muertes adicionales se habÃan debido a la intensa ola de calor.
“La situación fue absolutamente fácil de prever”, dijo en una rueda de prensa. “La única cosa de la que me siento culpable es que mis cálculos (de las muertes) fueron demasiado bajos cuando llegó el calor”, agregó.
“Sin embargo, no tenemos ninguna experiencia calculando este tipo de calor tan horroroso, simplemente porque no habÃamos tenido nunca antes un calor asÔ, señaló.
El Comité Estatal de EstadÃsticas (Goskomstat) debe publicar las cifras sobre las muertes alrededor del 20 de agosto, dijo Revich. Los números de la mortalidad de agosto estarán disponibles en septiembre.
Rompiendo el silencio oficial sobre los efectos adversos del calor y del humo de los incendios forestales que cubrió Moscú el pasado julio, el jefe del departamento de Salud de Moscú, Andrei Seltsovsky, dijo el pasado 9 de agosto que las muertes se habÃan casi duplicado hasta las 700 por dÃa, siendo el calor el principal causante.
“ESPELUZNANTE EXPERIMENTO DE LA NATURALEZA”
Revich calificó los datos facilitados por el registro civil moscovita como “absolutamente fiables”, añadiendo que pensaba que la mayorÃa de quienes habÃan muerto por el calor eran personas de avanzada edad que sufrÃan problemas cardiovasculares y respiratorios.
También dijo que la crisis de calor de Rusia no fue un fenómeno único, poniendo de manifiesto que en 2003 entre 45.000 y 50.000 personas fallecieron tras una intensa ola de calor en la Unión Europea.
“Pero lo que hace que la situación en Moscú y en otras grandes ciudades del centro de Rusia sea diferente es que este atÃpico calor se complementa con un alto nivel de la contaminación del aire como resultado de los incendios forestales”, indicó Revich. “La naturaleza ha hecho un espeluznante experimento con nosotros”, señaló.
Un total de 27.724 incendios han sido detectados en Rusia desde julio, dijo el jefe del departamento del Ministerio de Emergencias Yuri Brazhnikov a los periodistas.
Brazhnikov añadió que los incendios habÃan afectado a un total de 134 pueblos y ciudades y destruido unos 2.000 hogares. Alrededor de 1.100 personas se han trasladado a centros de acogida temporalmente.
Está previsto que el tiempo sea más fresco el fin de semana y el aire de Moscú estará más limpio, pero no está claro con qué rapidez las autoridades llevarán a cabo los pasos para estar preparados para luchar contra una ola de calor similar en el futuro.
Las ambulancias de Moscú, las casas de maternidad y los hospitales no tienen aire acondicionado, al igual que los denominados centros sociales abiertos para proporcionar una acogida adecuada del calor a los enfermos y ancianos.
“Los paÃses europeos han acumulado una enorme experiencia a la hora de cómo actuar durante el calor”, puntualizó Revich.