El pulso entre Corea del Sur y Corea del Norte parece lejos de destensarse. La Marina de Seúl ha iniciado hoy en la frontera con su paÃs vecino unas maniobras con diez buques, un destructor de 3.000 toneladas y otros tres barcos patrullas. El despliegue militar se produce en pleno duelo entre ambas naciones, tras el ataque a un buque surcoreano el pasado marzo atribuido a Pyongyang y después de que la secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, anunciara ayer en Seúl que trasladará a la ONU la situación para evitar un conflicto bélico.
Las maniobras se están desarrollando en Taean, a unos 150 kilómetros al suroeste de Seúl, en aguas del Mar Amarillo, bastante alejadas de donde ocurrió el hundimiento del Cheonan, supuestamente atacado por un submarino norcoreano, en el que murieron 46 personas.
Ajeno a las presiones, el Gobierno de Pyongyang mantiene una imagen firme. Los militares norcoreanos han afirmado que su paÃs responderá “sin piedad” a la “guerra psicológica” que Seúl tiene previsto iniciar. Fuentes del régimen comunista han asegurado hoy que “retirarán completamente” todas las salvaguardas que el Ejército mantenÃa desde 2004 en las relaciones de cooperación e intercambio con Corea del Sur. Esas condiciones servÃan para garantizar la seguridad en la estancia de los ciudadanos surcoreanos en Corea del Norte, y en la entrada y salida de mercancÃas en el paÃs. También incluÃan un sistema para evitar choques navales accidentales de barcos patrulla de ambas Coreas en el Mar Amarillo, que ahora quedará desactivado “por completo”.
El presidente surcoreano Lee Myung-bak anunció el pasado lunes la suspensión del comercio con Corea el Norte y la intención de llevar el incidente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, al igual que hará EE UU.
Respaldo de EE UU
EE UU respalda a Seúl y ha dado un paso más para presionar a Pyongyang. El máximo comandante de las tropas desplegadas en Corea del Sur, el general Walter Sharp, ha instado a las autoridades norcoreanas a que pongan fin a las provocaciones y se ha comprometido a dar su apoyo al Gobierno surcoreano. “Pedimos a Corea del Norte a que cese todos los actos de provocación y que vuelva a suscribir los términos de todos los pactos alcanzados, entre ellos el acuerdo de armisticio”, ha afirmado Sharp durante un discurso pronunciado en la principal base militar estadounidense de Seúl.
Sin embargo, EE UU no logró ayer el objetivo de sumar a China para imponer sanciones a Pyongyang. El primer ministro chino, Wen Jiabao, viaja mañana a Seúl para dialogar con el presidente de Corea del Sur. Posteriormente, ambos se trasladarán al complejo turÃstico de la isla surcoreana de Jeju para participar en una cumbre regional sobre comercio a la que también asistirá el primer ministro de Japón, Yukio Hatoyama.
China ha vuelto hoy a esquivar pronunciarse sobre el conflicto. “Este asunto es altamente complicado”, ha manifestado el portavoz de la cancillerÃa china Ma Zhao Xu, preguntado sobre si su Gobierno, con derecho a voto en el Consejo de Seguridad, se unirá a EE UU y sus aliados en la región para exigir responsabilidades a Pyongyang. “China no tiene información de primera mano, y todavÃa está investigando y evaluando la información que procede de ambos paÃses de una manera prudente”, ha añadido.