En una decisión inédita, el Ministerio Público Estatal (MPE, fiscalÃa) de la ciudad brasileña de RÃo de Janeiro ha acusado a 30 policÃas militares de matar a inocentes en operaciones supuestamente dirigidas a combatir a los narcotraficantes, especialmente dentro de las favelas. La fiscalÃa cree que dichos militares asesinaron a una serie de jóvenes disparándoles a la cabeza y por la espalda.
El fiscal Alexandre ThemÃstocles afirma que existen evidencias de “ejecuciones sumarias de las vÃctimas”. De 20 muertes de jóvenes a manos de dichos policÃas entre 2007 y 2008, sólo dos de ellos contaban con antecedentes penales; el resto presentaban una ficha policial limpia.
Estas imputaciones vienen avaladas por los testimonios sangrantes de familiares y amigos de las vÃctimas, en muchos casos testigos oculares de aquellas muertes. “Lo que duele”, según la madre de una de las vÃctimas, “es que entraron en casa, arrastraron a mi hijo a la calle como si fuera un animal y después lo ejecutaron”. El hermano de otra de las vÃctimas denunció que a su hermano la policÃa militar “le disparó en la cara, en la nuca y en la espalda”.
Los medios de comunicación, especialmente el diario de RÃo O Globo, llevaban tiempo alertando sobre la posibilidad de que en las favelas se estuvieran consumando ejecuciones sumarias de jóvenes, algunos casi adolescentes, que nada tenÃan que ver con el tráfico de drogas. Varias muertes provocaron manifestaciones callejeras en las favelas, a veces con rabia y violencia, sobre todo durante los funerales de las vÃctimas consideradas inocentes.
La justicia va a examinar esta misma semana la petición de la fiscalÃa para decidir si encarcela a los 30 policÃas militares acusados de matar a inocentes.
La opinión pública, y no sólo de las favelas, aplaudió ayer la decisión del Ministerio Público y exige que, en este caso, los acusados, si se demuestra su culpabilidad, sean juzgados y condenados, sin que, una vez más, puedan verse beneficiados con el privilegio de la impunidad de la que suelen gozar militares y polÃticos en este paÃs.